¿Os ha pasado alguna vez que por mucho que decoréis un rincón siempre hay algo en la cabeza que no acaba de encajar?, pues bien, eso es lo que me pasa a mí con el recibidor de casa.
Os cuento, mi recibidor está integrado en el salón, es decir, cuando subo las escaleras y entro en casa, en frente tengo el recibidor muy pequeñito y digamos que me queda al lado del sofá. Este rincón lo he cambiado mil veces y lo miraba y pensaba... esta bien, pero le falta algo.
El domingo, por desgracia (o no) se pasó lloviendo todo el día, así que aproveché para buscar y sacar unos cuantos trastos viejos, y cual fué mi sorpresa al encontrar tres marcos Nyttja que debí de comprar en Ikea en su día no se para que.... así que me puse a buscar unas láminas por el Pinterest hasta que al final descubrí estas (ya os las podéis guardar si queréis) y las imprimí, y luego como todo pensé.... ¿Y ahora dónde las coloco?. Y se me encendió la luz de colocarlas en el mini-recibidor.
Lo decoré con una planta y una casita de madera y listo!. Ahora cada vez que miro ese rincón me gusta más, creo que por fin he dado en el clavo. Creo que me falta colgar algún pequeñito detalle al lado del primer cuadro, de momento he colocado la estrella pequeña de madera que hice hasta que un día sin querer encuentre el definitivo, pero de momento se queda así.
Y vosotros
¿Tenéis un recibidor pequeño como el mío?
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