Probablemente pases muchas horas sentado frente al monitor en el trabajo, muy posiblemente estas jornadas terminen con un insufrible dolor de espalda. Esta incomodidad, que se acentúa con el paso de los días, no deja que te concentres adecuadamente en las labores que realizas normalmente y sientes que no progresas adecuadamente, bajando el rendimiento, retrasando la entrega de los trabajos y, por tanto, reduciendo la productividad.
Si esto te ocurre, necesitas una silla ergonómica que permita una colocación cómoda durante el trabajo de tal modo que la sangre fluya sin presión, que los músculos no se tensen y que no duelan los huesos después de las habituales 8 horas de trabajo diarias.
Qué son las sillas ergonómicas y sus beneficios
En resumidas cuentas, las sillas ergonómicas son asientos que se han diseñado específicamente para que se adapten, de forma natural, al cuerpo humano, promoviendo la colocación de una postura correcta y reduciendo o evitando molestias y dolores que pueden llegar a convertirse en crónicos.La diferencia con las sillas convencionales es que es posible llevar a cabo una serie de ajustes para acomodarse y ajustarse al cuerpo del usuario. Sus características permiten que se personalicen a las necesidades individuales de cada persona.
Características y beneficios
Entre sus particularidades, cabe destacar un respaldo ajustable para que se adapte a la curvatura natural de la espalda y propicie un soporte lumbar óptimo, reduciendo, de este modo, la tensión muscular. El asiento también es regulable en altura con el objetivo de que el usuario pueda hacer descansar sus pies completamente en el suelo y favorecer una postura en la que los muslos de la pierna formen un ángulo de 90 grados entre sí, permitiendo la circulación sanguínea y quitando presión sobre los músculos.
Los reposabrazos también son ajustables para mantener los hombros y brazos relajados, en una posición cómoda que permita el descanso y no se sobrecarguen los músculos, produciendo dolores y desviando la atención del trabajo que se está realizando.
Aunque no es lo una característica constante, son muchas las sillas ergonómicas que presentan una base giratoria que facilita el movimiento y evita torsiones del tronco molestas e innecesarias. Es un complemento muy interesante en oficinas donde existe una relación continuada con el resto del equipo humano.
Por último, sí que es lo habitual y, además, bastante importante, que el material del que está compuesto esta silla que se encuentra en contacto con la persona sea transpirable. De este modo, colabora con la regulación de la temperatura corporal, evitando una sudoración excesiva.
En términos generales, el uso de las sillas ergonómicas suele acarrear beneficios como la reducción de los dolores corporales (espalda, cuello, hombros, evitando la aparición de enfermedades, como la ciática), al promover una postura correcta. Esto trae como consecuencia un aumento notable de la productividad, ya que no existirá este tipo de incomodidades que enturbian la concentración.
Así mismo, su utilización es muy ventajosa en el largo plazo, ya que va a prevenir problemas de salud como las cefaleas, el síndrome del túnel carpiano, fatiga crónica e incluso problemas digestivos, respiratorios y circulatorios.
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