Así que esta mañana bien tempranito nos hemos puesto manos a la obra y hemos hecho una manualidad que les ha encantado y nos ha quedado muy bonita. Hemos transformado unas cajas con distintos materiales: chalk paint, papeles de scrap, letras de madera, puntilla...
Lo primero que hemos hecho ha sido coger dos cajas de cartón que compramos hace unos días en un bazar. Las dos iguales, pero de distinto tamaño. En concreto como ésta.
Después las hemos pintado con chalk paint. Cada vez me gusta más esta pintura y para utilizarla con los niños es ideal porque no huele nada y se limpia muy fácilmente con agua. Hemos elegido dos colores, blanco y verde menta.
Este es el resultado tras pintar la caja blanca. Nos hemos emocionado tanto con el trabajo que no hemos hecho fotos de la verde una vez terminada de pintar!
Una vez que la pintura está bien seca llega lo divertido. Aquí ya entra en juego la imaginación de cada uno, así que con unos papeles preciosos de la marca Scrap Collection hemos forrado las tapas de las cajas. Después hemos añadido unas letras de madera de la misma marca (tienen una variedad enorme de materiales para scrapbooking y los podéis encontrar en muchas papelerías). Una de ellas la vamos a destinar a guardar los enseres de costura que más utilizamos para tenerlos siempre a mano, y la verde menta la va a usar mi hija pequeña para guardar sus cosas, así que ha elegido la inicial de su nombre.
Por último, hemos utilizado unas puntillas en verde y crema, que podéis comprar en cualquier mercería, y que llevan cinta por la parte trasera para pegarla sin dificultad. Así hemos añadido el toque vintage a nuestras cajas.
¿A qué nos han quedado monas? Pués así hemos pasado la mañana. Espero que os gusten.