La decoración ZEN se basa en el minimalismo es decir en la pureza, en la esencia de las cosas (los objetos, los muebles, los materiales...).
"Menos es más", ¿te suena verdad?
¿Cómo conseguirlo? Buscando la paz interior y el equilibrio gracias al orden y a la armonía, para tener una casa ZEN anti-estrés donde encontraremos el equilibrio, te guiamos paso a paso gracias a una serie de ejercicios.
Ahora te toca a tí actuar para ver los cambios en tu propia casa.
Primer paso: "Deshacerse de lo superfluo".
Compramos, gastamos, desgastamos, acumulamos, coleccionamos y olvidamos. Queremos siempre tener más pero sin embargo no elegimos nada. Los objetos se acumulan en nuestros armarios, en nuestra casa únicamente porque se nos ha dicho que así valemos más, únicamente por no ser menos que los demás. Ello no nos hace más felices así que lo que vamos a emprender es una gran limpieza de todos aquellos objetos que no nos sirven de nada. No dejemos que polúen nuestra decoración ni nuestra mente.
Los objetos tienen alma, eso dicen pero ¿estar atad@ al pasado te hace más feliz? Si estás dudando, pregúntate ¿Cuándo soy más feliz de verdad? Seguramente no es cuando miras este objeto legado de tu abuela o regalo de tus padres.
No dejemos que las cosas nos poseen, al contrario somo nosotr@s quienes poseemos y cuanto menos mejor, lo ideal es poseer lo que tus necesidades te piden, ni más ni menos.
¿Por qué guardar cosas llenas de enfado o de recuerdos? No tiene ningún sentido.
Simplifica tu vida gracias al orden.
Ejercicio 1: (se desarrolla en 2 partes)
Parte A.
Vas a apuntar en forma de lista todos los puntos de tu casa donde se acumulan cosas, objetos, souvenirs, cosméticos, joyas ? que nunca te pones o que nunca usas.
A partir de esta lista verás cuántas posesiones inútiles tienes y podrás darte cuenta de que no te hacen más feliz. Por ejemplo, este vestido tan caro que no te va y que te hace sentir mal cada vez que lo ves allí en tu armario, los numerosos botes de crema corporal que compras pero no usas, las libretas que nunca acabas?
Ya verás qué liberación con la segunda parte del ejercicio.
Fuente: Pinterest
Únicamente te quedarás con lo que necesites.
Parte B.
Aquí se trata de tirar, donar, vender o quemar todos esos objetos inútiles, rotos o que no te gustan.
Presta atención a tus gestos, estás decidiendo que quieres ser más feliz. Estás deshaciéndote de mucha negatividad, estás ganando en libertad, en descanso y en tiempo.
Ya no tendrás que limpiar esos millones de objetos en tus estanterías, ya no tendrás que buscar dentro del maletín de maquillaje para encontrar algo o nada y por fín tendrás más espacio en tu armario para encontrar a la primera tu camisa favorita el día de una reunión importante. Limpiar el salón será la mitad de tiempo que antes y será mucho más agradable porque ya no verás esas cosas cargadas de recuerdos, cargadas del pasado. A esos objetos, añadimos los rotos, estropeados o pendientes de reparar. Si no reparas ya esas cosas entonces tíralas.
Fuente: Pinterest
Sin tanta confusión, automáticamente tu casa se verá más bonita.
No te agobies, este es un proceso lento y puede que no sea siempre fácil ya que nuestra sociedad nos enseña a vincular los objetos con emociones y con obligaciones. Poco a poco, empezando con lo más fácil, notarás una euforia que te motivará a seguir. Ya verás que tu casa recupera rincones encantadores y que tendrás más tiempo para lo importante.
Si tienes un momento de duda, pregúntate ¿Me es útil esa cosa, ese mueble, esa ropa??
Fuente: Pinterest
¿Te atreves a probarlo?
¿Lo has probado, cómo te sientes, notas la liberación de la que hablamos?
Te esperamos en los comentarios.
Saludos y?
¡A decorar para una vida mejor!