Potencia tu entorno y sana tu mente con el arte de la decoterapia
Hoy en día, aprender a conectar con nuestro entorno es un factor vital para lograr una vida plena y libre de elementos estresantes. Por lo que, han surgido diferentes disciplinas que buscan desarrollar una relación intrínseca entre nosotros y el ambiente, como lo son el interiorismo emocional y la decoterapia.En este sentido, la decoterapia nos invita a crear espacios que nos conecten con nuestro ser y nos permitan recargar energías. Esto sobre todo en nuestro hogar, ya que es en este donde pasamos la mayor parte de nuestro tiempo, ya sea compartiendo con la familia o descansando de un día ajetreado.
De igual forma, entender cómo nos afectan los elementos a nuestro alrededor, nos permite manejarlos para obtener los mejores beneficios. Esto ya que se ha demostrado que un sencillo cambio en los colores o la iluminación puede modificar nuestra percepción de una estancia e influir en nuestro estado de ánimo directamente.
Aspectos claves de la decoterapia
Luz, un aspecto clave
Cuando hablamos de modificar nuestra percepción del entorno doméstico, un elemento crucial que debemos trabajar es la luz. En este sentido, podemos desarrollar diferentes emociones de acuerdo al grado y cantidad de iluminación que coloquemos en nuestro hogar, ya sea natural o artificial.De esta manera, una adecuada iluminación natural aumenta la liberación de endorfinas, promoviendo nuestra sensación de bienestar, felicidad y creatividad. Además, esta es capaz de hacernos sentir más optimistas, facilitando realizar nuestras actividades diarias y mejorando nuestro nivel de productividad.
Por otro lado, podemos emplear luces artificiales de baja intensidad para estancias en las que queramos sentirnos relajados y libres de tensiones. Esto ya sea para leer un libro o simplemente disfrutar de una buena tarde de sueño.
Color, una elección importante
En segundo lugar, debemos considerar una adecuada paleta de colores, tomando en cuenta que cada color puede influenciar de diferentes formas nuestra percepción. De esta manera, podemos trabajar los tonos en pro de nuestra salud y de las sensaciones que queramos potenciar.En este sentido, si nuestra meta es lograr un espacio libre de tensiones, podemos emplear tonos claros de la gama del blanco. Esto ya que los mismos transmiten a nuestra psiquis la percepción de un entorno limpio, puro, minimalista y calmado. Además, el color blanco es un tono bastante versátil que puede adaptarse a cualquier estilo de diseño.
De igual forma, podemos utilizar tonos fríos como el azul o el gris, los cuales nos permiten experimentar sensaciones de bienestar y tranquilidad, siendo estos ideales para baños y dormitorios. Como contraparte podemos emplear tonos cálidos como el rojo y el naranja para espacios que pretendan recargar nuestra energía y potenciar nuestra creatividad.
Espacio y orden, una pieza fundamental
Un aspecto fundamental para obtener los mejores resultados al decorar nuestro hogar, es la forma en cómo aprovechamos y distribuimos el espacio. Por lo que, tomando en cuenta las dimensiones de nuestros muebles, debemos evitar que estos estén en el centro de la habitación, buscando proyectar un espacio más abierto.De igual forma, es recomendable emplear mobiliarios de almacenamiento, no solo en el dormitorio sino también en otras estancias. Esto evitando que elementos como la ropa, zapatos o juguetes terminen dispuestos por todo el hogar y manteniendo ordenadas nuestras estancias.
Finalmente, debemos evitar a toda costa sobrecargar nuestro ambiente con decoraciones y elementos innecesarios. Por lo que, muchos decoradores recomiendan solo colocar aquellos objetos de sumo valor personal o que aporten gran estética sin opacar el resto de los elementos de la habitación.
De esta manera, es evidente que la decoterapia es una de las mejores herramientas que tenemos a la mano dentro del mundo del diseño. Esto al fusionar la psicología terapéutica con la decoración de nuestro hogar, potenciando e influenciando nuestras emociones y sentimientos.