bargueño, ña
3. m. Mueble de madera con muchos cajones pequeños y gavetas, adornado con labores de talla o de taracea, en parte dorados y en parte de colores vivos, al estilo de los que se construían en Bargas.
Los bargueños fueron muebles muy populares hasta mediados del siglo pasado. Muebles con un gran trabajo artesanal en los que se guardaban grandes tesoros como documentos, cartas de pago y monedas. Hechos en madera o nogal y utilizando y técnicas artesanales de cada época, son hoy una joya de museo. ¿Quieres conocer la historia de este mueble?
Un poco de historia
Fue en el siglo IX cuando aparecieron los primeros artesanos de bargueños en Toledo. El gremio estaba dominado por los moriscos que serían mas tarde expulsados fuera de las murallas de la ciudad. Estos pasaron el tiempo que duró su deportación en lo que entonces se conocía como la alquería de Bargas, a pocos kilómetros de la capital. Y según cuanta la historia fue entonces cuando a estas arquillas se les empezó a llamar bargueños.Para que quedase constancia escrita de la denominación bargueño, sin embargo, habría que esperar al siglo XIX. Fue en 1972, concretamente, donde la palabra aparece escrita por primera vez en el catálogo de objetos artísticos españoles del Museo Victoria and Albert (Londres) que realizó Juan Facundo Riaño. Y no fue hasta 1914 cuando la palabra se incorporó al diccionario de la Real Academia de la Lengua.
Los bargueños fueron en su origen muebles de campaña. Llenos de documentos, de cartas de pago, joyas o dinero, se transportaban a lomos de mulas como si de maletas se trataran. Los que acompañaron hasta Inglaterra a Catalina de Aragón, la benjamina de los Reyes Católicos quien a los quince años partió en busca de Arturo, príncipe de Gales, se exhiben ahora en una vitrina del museo nacional de arte y diseño, el Victoria y Alberto de Londres. Una vez en destino, eran colocadas en el suelo en las estancias de las damas que se sentaban sobre cojines cerca de estas.
Años mas tarde, sin embargo, el bargueño dejaría de viajar para formar parte del mobiliario de los palacios que el nuevo imperio español tenía repartidos por Europa y América. Para ello, lo elevaron poniéndole patas. Y fue de esa forma y en esa época, que conocemos como el Siglo de Oro, cuando estas piezas vivieron su mejor época.
Características generales
Los bargueños tienen, generalmente, un cuerpo de abedul o nogal. Maderas suficientemente moldeables para darles a estos muebles esas formas intrincadas tan características y fáciles de teñir. Maderas, eso si, trabajadas con técnicas artesanales propias de cada época.Por haber servido como mueble de campaña, sus medidas no solían sobrepasar un metro de frente y medio de fondo. Recuerda que debían ser lo suficientemente ligeros para ser cargados sobre mulas. Y contenían entre diez y doce cajones, y algunos más escondidos, para guardar desde dinero a los más líricos sonetos de amor.
Los bargueños como otros muebles fueron adaptándose a los gustos propios de cada país y época de la historia. El bargueño castellano del siglo XVI presenta una decoración de tipo plateresco o manierista. Decoración en la que predomina la talla con motivos vegetales y/o criaturas fantásticas. Otros muchos conservan la decoración de taracea de hueso sobre nogal de influencia mudéjar con pequeñísimas piezas que representan escenas religiosas o cortesanas. Y los hay, especialmente en el siglo XVII que combinaron ambos estilos.
Tampoco el romanticismo quedó fuera de los estilos a los que fueron adaptando los bargueños. «Muchas piezas fueron a parar a Valencia, las más coloristas y con inspiración romántica, con escenas que cuentan amoríos entre las familias huertanas», afirma Julio Martí, el último artesano de bargueños.
Decorar con bargueños
El bargueño era un mueble habitual en las casas españolas de la época. En algunas se podían encontrar hasta tres o cuatro bargueños según puede leerse en los inventarios. Siempre en estancias privadas dado el carácter de los documentos y enseres que se guardaban en estos.¿Cuál es el mejor lugar de la casa para colocar un bargueño? Si pensamos en el objetivo para el que fue concebido este mueble, parece lógico pensar que el dormitorio, la biblioteca o el estudio son las estancias mas adecuadas para colocarlo. De hecho los despachos masculinos y los dormitorios femeninos de la época fueron sus principales destinos.
Sin embargo, hoy es habitual que quien tenga un bargueño le proporcione a este un lugar privilegiado en la casa. ¿Por qué? Porque estos muebles son hoy un trozo de historia. Son capaces, por si solos de dar vida a toda una pared. Quedarán fantásticos en el recibidor, en el salón o al final del pasillo.
¿Conocías la historia del bargueño? ¿Te gustaría tener en casa una pieza artesanal como esta? ¿Dónde colocarías este mueble histórico?