El típico estilo decorativo nórdico se caracteriza por los amplios y luminosos espacios, por lo que el color predominante es el blanco y los materiales, como las maderas, de tonos claros. Los espacios suelen ser abiertos y los techos altos, con ventanas amplias para facilitar el ingreso de la luz natural que es escasa debido a los prolongados inviernos. Es un estilo que combina lo tradicional con lo moderno para lograr ambientes muy característicos, acogedores y muy románticos.
A continuación, tres ejemplos de cocinas de este estilo escandinavo típico, de viviendas ubicadas en Goteburgo y Estocolmo, Suecia, que tienen varios detalles en común: el color blanco, el modelo de puerta enmarcada con plafón recto y el tirador de forma de concha metálica.
El rojo de la singular cocina y la campana de Godin, rompe la monotonía del ambiente.
No es necesario mucho espacio para tener un encantador rincón para desayunos o comidas.
Vía Svenskfast y Stadshem.