El Waba Sabi es la nueva filosofía japonesa que trae el viento. Últimamente he escuchado hablar y leído sobre esta filosofía que en pocas palabras habla de la belleza de la imperfección bajo la máxima de que nada dura, nada está acabado, nada es perfecto.
Aunque esta filosofía tiene algunos puntos en común con el Home Staging, hoy –y siguiendo precisamente su lema– no voy hablar de lo impecable que tienen que estar las estancias, ni de los colores neutros, ni voy a estructurar este post como se debiera. Solo voy a seguir lo que me salga del corazón, que aunque no sea perfecto, será bello.
Daisetz T. Suzuki fue una autoridad en el budismo zen que escribió: Wabi es estar satisfecho con una pequeña cabaña, una habitación de dos o tres tatamis y con un plato de verduras recogido en los campos vecinos, y tal vez escuchar el sonido de una lluvia de primavera suave. En resumen, ser feliz con lo que se tiene y donde se esté.
Varios diseñadores y artistas siguen esta corriente ensalzando la belleza de lo inacabado e imperfecto. Por ejemplo, Richard R. Powell, en uno de sus libros, habla del trabajo Waba Sabi, como aquel que nos gusta, no nos provoca estrés y nos deja tiempo para hacer otras cosas. Y de la alimentación Waba Sabi como aquella que saborea lo local y lo humilde además de lo exótico. Según este autor una filosofía de vida Wabi-Sabi es la que vive el presente y encuentra la paz y la armonía en la naturaleza y las pequeñas cosas.
La casa Waba Sabi
De este modo pensamos que una casa Waba Sabi debe cumplir las siguientes características:
Ser silenciosa. Electrodomésticos silenciosos, buen aislamiento, alfombras y buenas ventanas. Porque el silencio es una invitación al equilibrio y la armonía. Por eso es importante tener un espacio para ti, un rincón especial donde leer, escuchar música, pensar o divagar.
Estar Ordenada. Ordena y mantén ordenado, dedica 15 minutos todos los días para esta rutina. El orden puede ayudar a conservar el espacio limpio y equilibrado.
Ser Imperfectamente bella. Un mueble muy usado o una silla rallada son piezas con historia y hemos de disfrutar de ello.
Ser de color de la naturaleza. Colores tierras, aguas, lo que te inspire cada una de las estaciones del año.
Los materiales. Piedra, madera, materiales naturales. Incluye la naturaleza en tu casa y en tu vida, con plantas, flores, una terraza o un jardín si puedes. Si no, salir a pasear por la naturaleza te llenará de espíritu Waba Sabi.
Piezas de rastrillos. Ten piezas únicas llenas de historia, ve por los rastrillos, pasea, habla, disfruta.
Cosas hechas por ti. No hay nada más gratificante que ver lo que has hecho con tus manos, una manta, un cuadro, tal vez no sean los mejores hechos, pero lo has hecho tú y eso te hará especial. Eso sin mencionar que el acto mismo de coser o pintar se convierte en una suerte de meditación, regala calma y es una forma de centrarse.
Alma. Impregna tu casa de tus recuerdos, fotos, libros, cosas que te hagan sentir bien.
Ilumina. La iluminación con velas te proporcionará paz.
Para saber más sobre esta filosofía puedes leer a autores como William Morris, Frank Lloyd Wright o Charles and Ray Eame.
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