Hace poco más de un mes que he empezado a trabajar fuera de casa en una oficina (quién algo quiere algo le cuesta), y claro, lo de tener 40 horas a la semana no dedicadas a la decoración/blog -que es lo que me gusta- hace que no tenga tanto tiempo para el blog (lógico^^) y que además, tenga que buscar si o si momentos de mente en blanco cuando llego a casa.
Necesito paz, tranquilidad, tejidos amorosos, plantas y blanco, mucho blanco, todo lo que me haga sentir que ahora viene mi momento y que mi cuerpo entra en modo slow live sin necesidad de tener que decírselo.
Donde más estoy notando que me hace falta es en mi despacho, ya que al sentarme delante del ordenador después del trabajo siento que hay demasiadas cosas por medio, cosas que antes cuando pasaba más tiempo en él me iban genial porque potenciaban mi creatividad, pero que ahora necesito despejar para disfrutar esas horas que paso delante de la pantalla.
Vía
Mi casa es el espacio en el que soy yo, en el que se hornea todo este blog para que cuando tu quieras pasarte siempre tengas algo recién hecho con mucho cariño, así que espero que entiendas mis ausencias algunos días mientras busco mi nuevo lugar.
Pienso que sí algo cambia hay que hacer lo necesario para que este nuevo camino vaya de la mejor forma, y sentir que poco a poco, todo vuelve a encajar a nuestro alrededor.
¿Qué necesitas al llegar a casa?