Estamos en la fecha, ha llegado el momento y no hay vuelta atrás. Diciembre es sinónimo de Navidad, ya seas un apasionad@ del Belén y el arbolito o por lo contrario lleves dentro un pequeño grinch, no hay escapatoria.
Ya sabéis cuanto nos mola el “packaging” y hoy os traemos un montón de ideas con papel kraft para envolver vuestros regalitos y fardar de lo lindo.
La primera propuesta es un básico en la elaboración envoltorios con papel kraft. Paso 1: Coges el papel kraft, paso 2: Coges un rotulador, paso 3: pintarrajear tus mejores deseos navideños.
Pero si eso de la mano alzada te da pavor, y los rotuladores no son santo de tu devoción, lánzate al mundo de los colorines. Sé arriesgado y salvaje y llénalo todo de pegatinas.
Sabemos que lo de los colorines es atrevido y muy loco. Si lo tuyo son la sobriedad, la elegancia y el minimalismo funcional, puedes recortar un poco de periódico u otro tipo de papel que tengas a mano y ponerle a tus regalitos el nombre del afortunado destinatario.
Hace un tiempo os mostramos como hacer vuestros propios sellos. Es hora de ponerlo en práctica:
Ya sea que os curréis unos sellos, uséis unos comprados o recurráis a la gomita circular de los lápices (admitámoslo, es para lo único que sirve, a parte de emborronar lo que quieres borrar) .
Si lo vuestro es darle a la costura, estas ideas os harán quedar como auténticos pros del empaquetado navideño.
Como veis, no solo se trata de decorar el paquete con vuestras habilidades de costura, si no que también podréis hacer el paquete en sí.
La madre naturaleza siempre está a nuestro lado cuando más la necesitamos, que si nos resfriamos: unos vapores de hojas de eucalipto, que si nos carraspea la garganta: un poco de miel y limón, y si tenemos que empaquetar los regalos navideños: ¡Ramitas por doquier!
Así que ya sabéis, bajaros al parque y, con moderación, haceros con unas ramitas chulas. Y remarcamos con moderación, ¡que tampoco se trata de espoliar, ni de hacer una poda masiva!
Si os da penita amputar cruelmente un miembro de un arbolito, tenéis dos opciones: recojer del suelo las ramitas que ya se hayan caído del árbol o bien coger tijeras y cartulina y curraros vuestros propios adornos florales.
Podéis haceros un trampantojo como este, con cartón y cascabeles incluidos.
Otra idea que nos mola mucho es utilizar las blondas de repostería como elemento decorativo, facil y resultón, oiga.
Y si de papelitos va la cosa, ¿por qué no hacernos unas figuritas navideñas doblando millones de veces el papel? ( no os preocupéis, si optáis por esta opción, hay tutoriales bien majos en Youtube) o bien confetti, sí, sí, ¡confetti!
Para aquellos máster-pros del mundo del reciclaje y la reutilización, os aconsejamos durante estos días no tirar las mallas de las mandarinas, porque la navidad también puede ser sostenible a la par que resultona.
Pero para personalizado, estos envoltorios con fotografía incluido.
ATENCIÓN SENSIBLEROS:
1-Este tipo de empaquetado puede producir derrame de lágrimas por doquier
2-Consulte su álbum familiar antes de empaquetar.
3- Si tiene dudas, elija la fotografía de cuando el beneficiario era pequeño o un momento especial en la vida del susodicho.
4- Este empaquetado puede traer recuerdos a la memoria y desembocar en una tarde contando batallitas de tiempos pasados.
Y desde luego, compartir es vivir, y mezclar es amar, así que dejar volar esa creatividad y ¡mezclad ideas! Rotuladores, lazos, washitape, ramitas, fotos, blondas…. ¡Todo junto!
Estas y tropecientas ideas más en nuestro tablero de Pinterest, donde podréis ver los enlaces originales.