Pues sí, mira puedes pensar que soy una mala madre por pensar que mis hijos por fin están en el cole. Pero es que las madres también necesitamos nuestro espacio. Trabajar en casa tiene sus claras ventajas no lo voy a negar. Una de ellas es que no tienes que estar haciendo encaje de bolillos cuando los niños no tienen clase. Pero las vacaciones de los niños implican que una madre desaparezca por completo como mujer.
Las horas de trabajo se ven reducidas hasta que los niños se ponen en movimiento. A partir de ese momento todo es mamá esto, mamá aquello, mamá contigo, mamá Bruno me ha mordido, mamá a mimir no quero…Hasta ir a la compra es de locos.
Pero aún así yo insisto y mi vida gira en torno a ellos. Hay miles de cosas que te quitan el sueño, estudios, educación, alimentación…y es esta última en la que voy hacer hoy hincapié con esta receta de granola. Bruno en casa como fatal, no hago carrera con él, de hecho se ha pasado prácticamente todas las vacaciones sin comer.
La verdad que en este momento de la sobre alimentación, hablando en general, no me preocupa si no come. Eso sí lo que come que sea adecuado. Así que ahí ando, con mi cruzada particular contra las galletas, ya probé una receta, y los cereales. Mi último intento ha sido con los cereales, vano intento ya que ni los ha probado.
Eso sí por lo menos yo he descubierto la granola y yo decidamente he desechado los cereales industriales de mi alimentación.
GRANOLA
Ingredientes
200gr de copos de avena
75gr de miel
60 gr de arándanos
60gr de nueces
60gr de avellanas
1 cucharadita de miel
50gr de aceite de coco
semillas de chia, lino…
Preparación
Por una lado se preparan los ingredientes secos y por otro los húmedos. Corta en trozos los frutos secos y pica un poco los arándanos secos. No es necesario cortar los arándanos pero a mí personalmente no me gusta encontrar trozos grandes en la granola.
Mezcla los copos con la miel y el aceite. Hazlo mejor con las manos para repartir bien todo. Como no tengo de coco y me parecía además que ese punto del coco no me iba a gustar he usado mi habitual de arbequina.
Precalienta el horno a 160° y pon tus ingredientes sobre una bandeja con papel de horno. Cocina a unos durante 20 minutos removiendo por lo menos 3 veces para que la avena se haga de manera uniforme y no se queme. En los últimos minutos puedes añadir los arándanos.
Una vez esté hecha puedes conservarla en un recipiente cerrado hasta dos semanas en un lugar seco.