Para ello los niños deben saber con exactitud cuál es lugar de cada elemento dentro de su habitación. Así mismo, la tarea de ordenar y recoger debe resultarles clara y sencilla, casi como un juego.
Es aconsejable proporcionar a cada niño un espacio, ya sea un cajón, un pequeño armario o mueble que pueda cerrarse con llave. Estarán encantados de disponer de un espacio propio donde guardar su secretos.
Lo ideal es utilizar sistemas de almacenaje apilables para juguetes o elementos deportivos. Los organizadores con cajones también resultan muy efectivos. El material más indicado es el plástico rígido, ligero y resistente a golpes y arañazos.
Las cestas con asas son más funcionales para piezas pequeñas como construcciones, muñecos, coches y juguetes de menor tamaño.
Las pequeñas estanterías con bandejas también pueden facilitar el orden en cuanto a complementos de ropa que se usan a menudo, como calcetines, ropa interior, cinturones, etc...