¿Te imaginas tener un suelo de madera en tu salón pintado con alegres colores? Sí, sí. Como lo oyes. Un suelo de madera vieja decorado con diseños geométricos puede ser irresistible. Cierto que no son suelos muy comunes hoy día, pero… ¿a quién le gusta lo común?. Déjate llevar por la locura y atrévete a pintar los suelos de madera de colores. Te contamos cómo hacerlo.
La madera está presente en los suelos de muchísimos hogares españoles. Y es normal que así sea, pues es un material bello y confortable, que nos aporta calidez y nos ayuda a decorar cualquier estancia.
Es cierto que existen en el mercado otros materiales también muy bellos y prácticos para suelos, como la cerámica, por ejemplo, que está viviendo en los últimos tiempos una auténtica revolución tecnológica y de diseño. Sin embargo, la madera tiene algo especial que da a los ambientes una sensación muy acogedora.
Además, en función del tipo de madera, del acabado o la textura se puede conseguir un efecto más o menos rústico, industrial, vintage, etc.
Pintar los suelos: la originalidad al poder
Pero, más allá de las cualidades de la madera en los pavimentos, hoy quería hablarte de una alternativa bastante desconocida en la actualidad: la de pintar los suelos de madera con pintura de colores, reproduciendo diferentes motivos geométricos o diseños especiales.
Aunque ahora no es frecuente encontrar este tipo de suelos (y menos aún en España), sí hubo una época y un lugar en los que fueron bastante comunes: en Estados Unidos a finales del siglo XVIII. Los viejos tablones de pino del suelo se pintaban en muchas ocasiones para protegerlos del trote diario. Los colores más habituales eran el blanco, el amarillo, el rojo y el verde.
Ideas geniales para decorar los suelos con pintura
A pesar de los muchos diseños que podrían crearse para decorar un suelo, los grandes triunfadores son, sin duda, los motivos geométricos. Rayas, marcos, círculos, franjas de color, triángulos… Un largo repertorio de dibujos que quedan genial en el suelo.
La clave de la geometría a la hora de decorar suelos es que puede emplearse con mucha intención, por ejemplo, para crear una alfombra visual que anime cualquier habitación. O para enmarcar la embocadura de la chimenea. O para crear líneas visuales que modifiquen las sensaciones que transmite cada espacio. Las posibilidades son muy extensas.
Un trabajo a tu alcance
Si te ha gustado la idea, no lo pienses más y ponte manos a la obra. Puede que al principio te parezca un trabajo demasiado complicado, fuera de tus posibilidades. Pero ya verás como no lo es tanto.
Todo depende de los que quieras pintar. Hay detalles más pequeños y fáciles de hacer (y también más cómodos), y otros trabajos más complicados y, sobre todo, más cansados de realizar. ¡Pintar un suelo no deja de ser un trabajo muy laborioso! Ten en cuenta que antes de aplicar la pintura hay que preparar el suelo, y eso ya conlleva un esfuerzo. Sigue leyendo y te contamos todos los pasos que tendrás que hacer.
Prepara el suelo adecuadamente
Llegados a este punto, te voy a explicar cómo puedes pintar un suelo y conseguir un resultado profesional. Para empezar te diré que este tipo de decoraciones quedan mejor en suelos de madera vieja, con tablones anchos y un tanto rústicos. Es una buena opción, por ejemplo, para casas de campo.
El secreto para lograr el mejor resultado está en aplicar la pintura en capas finas. De esta forma secará mejor, será más resistente y, por tanto, el desgaste será mucho más lento.
A la hora de elegir los productos, el tipo de pintura más recomendable sería un esmalte sintético, ya que suelen ser más resistentes. Sin embargo, los esmaltes acrílicos que se están desarrollando en los últimos tiempos presentan también una gran durabilidad y resistencia, y, además, brochas y demás utensilios se lavan con agua, lo que es una ventaja. Tenlos en cuenta, porque quizás sean más prácticos.
Aunque ahora existen pinturas que no requieren de imprimación previa porque agarran perfectamente sobre casi cualquier superficie, en este caso sería conveniente aplicar una imprimación.
En resumen: prepara el suelo lijándolo con una lija de grano medio (nº 150). Después, friégalo con agua y detergente para eliminar el polvo y la suciedad que pudiese tener. Espera hasta que se haya secado por completo y aplica la imprimación para madera. Deja que seque unas 24 horas. Ahora vuelve a lijar suavemente con una lija del nº 220 y limpia el suelo para quitar el polvo.
Brocha, pintura… ¡Acción!
Ya ha llegado el momento de pintar el suelo. Recuerda aplicar la primera capa de pintura muy fina con una brocha de cerdas naturales. El rodillo consigue un efecto diferente, pero puede servirte para zonas muy amplias. Para trazar los diseños utiliza cinta de pintor; así las líneas rectas te quedarán perfectas. Una vez hayas terminado, deja secar la pintura durante 24 horas y aplica dos capas más (siempre finas) dejando secar durante 24 horas entre cada una de ellas, y también al final.
Antes de que transcurra ese tiempo no se recomienda pisar, ni siquiera sin zapatos. Y conviene que esperes dos semanas antes de poner muebles u otros objetos pesados sobre el suelo.
No solo sobre madera
Aunque me encanta el resultado que se consigue pintando los suelos de madera, este mismo tipo de decoraciones se pueden plasmar sobre otros materiales.
El cemento pulido o el microcemento es uno de los pavimentos que puede convertirse en el soporte perfecto para pintar geometrías y diseños coloristas.
Ya ves cómo, con un poco de color e imaginación, puedes conseguir resultados sorprendentes. ¡Atrévete!
Fotos: Farrow & Ball.
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