Vivir en un espacio agradable, cómodo y acogedor es el objetivo de todos nosotros. Y eso pasa por conseguir que nuestra casa sea luminosa. Puede que no todos los hogares se orienten al soleado sur, ni que todos los entornos residenciales cuenten con un alto número de horas de sol. Sin embargo, hay diferentes cosas que podemos hacer para potenciar la luz natural en nuestra casa. ¿Quieres saber cuáles son?
Resulta sorprendente comprobar lo que puede variar la concepción de un espacio gracias a la luz natural que recibe. Y, de la misma manera, podemos lograr cambios realmente importantes, simplemente implementando algunas medidas que nos ayuden a multiplicar la luz que entra por las ventanas. Toma nota de ellas y no esperes más a incorporarlas en tu casa.
Potenciar la luz natural para sentirnos mejor en casa
No me lo invento yo. Es una realidad comprobada y corroborada por más de un estudio científico. Vivir en un entorno en el que la luz natural sea una constante mejora nuestra salud (la digestión y la circulación de la sangre, entre otras cosas), y también nuestro rendimiento académico y laboral.La luz natural que hay en nuestra casa tiene un efecto real y directo con nuestro bienestar. Y para estar seguros de ello, solo tendríamos que imaginarnos cómo sería vivir sin las ventanas que tenemos en cada habitación. O, incluso, qué ambiente se respiraría en nuestra casa si las ventanas redujeran sus dimensiones a la mitad. ¿Te imaginas la sensación de ahogo?
Desde el principio
Para potenciar la luz natural en casa y así poder sentirnos mejor cada día, las soluciones deberían empezar en la fase inicial del diseño de las viviendas. Sería conveniente plantear el espacio en base a la necesidad de potenciar la luz natural.Pero si vives en una casa antigua en cuyo diseño no se han tenido en cuenta estas necesidades, siempre hay ciertos cambios a nuestro alcance. Te los contamos para que puedas desarrollarlos y así potenciar la luz natural en tu vivienda. Con nuestra casa más luminosa, lograremos estar más saludables, más tranquilos, enfocarnos mejor en las tareas y, por tanto, ser más productivos.
Elige paredes de colores claros
Seguro que no te descubrimos nada nuevo al hablar de cómo los colores claros en las paredes y el resto de superficies son capaces de potenciar la luz natural de un espacio concreto. Sin embargo, es la primera clave que debemos tener en cuenta y que no podemos dejar de mencionar.Eso no quiere decir que tengamos que vivir de forma obligatoria en una casa totalmente blanca, aséptica, anodina y sin personalidad. Para nada. Es cierto que los colores intensos, a veces oscuros, resultan mucho más interesantes y personales, pero en materia de luminosidad no hay punto de comparación: ganan los blancos y los tonos claros por goleada.
Por eso, lo mejor es razonar, priorizar y elegir un blanco especial para pintar las paredes de nuestra casa, si es que esta es oscura. O quizás un beige muy claro, aunque yo prefiero un gris perla, por ejemplo. Sea como sea, no sufras. Ya le darás color al espacio a través de los muebles, de los textiles y otros elementos decorativos.
Además, resulta buena idea elegir pinturas de acabado mate, mejor que brillante. Aunque parezca ser al contrario, las mate reflejan mejor la luz mientras que las de efecto brillo solo producen reflejos.
Una buena idea, en pro de la luz, es elegir suelos de madera clara y tonos no demasiado oscuros para los muebles, al menos para los más voluminosos.
Pon espejos en tu vida y en tu casa
Espejito, espejito No hace falta que los espejos que elijas para tu salón sean mágicos. Aun siendo espejos corrientes obrarán el milagro de potenciar la luz natural. Por eso colocarlos de forma estratégica es una manera genial de aumentar la luz.Por otro lado, decorar con espejos resulta espectacularmente efectivo para aportar elegancia y glamour a un salón. Coloca uno de grandes dimensiones en la pared que tengas frente a la ventana. Verás cómo la luz rebota y se multiplica en todas las direcciones.
Las ventanas, siempre despejadas
Tómate muy en serio esta afirmación, porque de ello depende que tus interiores gocen de más o menos luz del día. Y ello implica que has de preocuparte de no obstaculizar de ningún modo la entrada de los rayos del sol.Aleja los muebles más grandes de las ventanas y de las puertas, si estas tienen paneles de cristal. No coloques estanterías en medio del salón, mejor pégalas a las paredes. Que nada obstaculice el paso de la luz diurna.
Otra cosa a tener en cuenta es la forma de vestir las ventanas. Prescinde de gruesos y opacos cortinajes, y apuesta por livianos visillos blancos, suficiente para preservar tu intimidad sin restar luz.
Y no te olvides de mantener los cristales de tus ventanas siempre limpios. Parece una obviedad, pero ni te imaginas la cantidad de luz natural que puedes perder si tus cristales no están lo suficientemente transparentes.
Con estas ideas conseguirás potenciar la luz natural en casa y ganarás en bienestar para ti y para tu familia. ¿A qué esperas?