Encontramos un hueco frente a una de las grandes ventanas, donde descubrí la gran terraza del Treze. Troncos de madera como asiento y mesa, velas por encenderse y telas de lino me animan a querer repetir en verano, cuando disfrutar de un gin tonic y del sol sea como arañar el cielo con los dedos. Será como estar en una isla, la propia arena de la terraza me trasladarán a una seguro.
En el interior sillones de piel de vaca, paredes de ladrillo, mesas de madera maciza, servilleteros de tela y cortinas y cojines de lino gris creaban un ambiente sencillo, hogareño y recordarán a la antigua casa de pueblo que era antes este hermoso bar.
Con 150 ginebras diferentes una gran estantería se adelanta antes de salir al patio. Una hermosa colección iluminada que no es invisible a los ojos del amante del buen gin tonic.
Recomendado para desayunos, para aperitivos y vermut, para tomar una copa de vino antes de cenar o para picar sus deliciosas tapas este lugar invita a repetir.
Web: Bar Treze
Dirección: Carrer Major de Sarrià, 115 (Barcelona)
Besos, Marta