En toda la casa destaca el estilo rústico renovado, con el toque tradicional de los materiales naturales como protagonistas, y sin olvidar los complementos llenos de vitalidad y color, los estampados llamativos y ciertas piezas aisladas de aire retro. Una base en blanco como color predominante hace que las pinceladas cálidas, tan necesarias a la hora de combatir los fríos inviernos de la zona, se creen gracias a los sólidos muebles de madera, a las numerosas alfombras que cubren el pavimento, a los almohadones y, cómo no, a las mantas de punto grueso y pelo largo. Las alfombras superpuestas y la llamativa mezcla de estampados y colores en los textiles completan ese aire desenfadado.
La vivienda es de dos alturas, situándose la zona de dormitorios y más privada en la parte de arriba. En la planta baja casi no existen tabiques con lo que espacios comunes se abren. En planta alta se tabicó con el objetivo de lograr intimidad absoluta, obteniendo como resultado dormitorios espaciosos, cada uno con el cuarto de baño integrado. Los techos abuhardillados originales, de madera maciza y vigas vistas, imprimen gran personalidad a los dormitorios, cuyas zonas de descanso se ubicaron siempre bajo las nuevas ventanas de tejado, para crear pequeños observatorios privados en cada habitación.
Una decoración sosegada, luminosa y muy confortable con los materiales autóctonos de la zona. ¿a que te perderías aquí esta Navidad? . Yo sin dudarlo ni un minuto.
¡Feliz fin de semana a todos!
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