Dicen que en el bote pequeño está la buena confitura y en muchos casos no puedo estar más de acuerdo. Por ejemplo, siento una especial atracción por esos locales con pocas mesas y cucos rincones, en los que incluso hay que hacer equilibrios para sentarse sin importunar al que está en la mesa de al lado. París está lleno de ellos y muchas veces cuesta conocerlos sino lo haces in situ ya que no aparecen en las guías o no tienen página web. Afortunadamente, Facebook ayuda a que tengan presencia en la red. Éste es el caso de La Buvette, un lugar donde degustar vinos y platillos al más puro estilo parisino.
Imágenes: Nicolas Javel - Fotografía: Antonin Borgeaud
La dueña de este establecimiento es Camille Fourmont, formada en restaurantes de gran renombre como Le Chateaubriand o Le Dauphin, y que ha conseguido imponer su propio estilo no sólo en la cocina sino también en la decoración. El toque retro y vintage está por todas partes. Empezando por los azulejos blancos en las paredes, en las que se ha dejado un friso con el muro en bruto. El suelo es una joya: cerámica quebrada con la técnica del trencadís, y que inevitablemente resulta de lo más gaudiniano.
La vajilla y la cubertería también son antiguas (los platos datan de los años 30) y el mobiliario combina la madera, el metal y la formica. Tampoco podían faltar las flores frescas y el eucaliptus, para aportar fescura a este minúsculo bar donde sólo 15 personas tienen el privilegio de poderse sentar. Un lugar sin pretensiones pero de lo más chic.
La Buvette
67, rue Saint-Maur
Metro: Saint-Maur