Este baño es un ejemplo (¡aunque aquí metieron el mazo hasta dentro, así que contradice lo que os he dicho antes!). Aunque se trate de un baño reformado, la mayoría de las soluciones son muy practicables en arreglos sin reforma.
El baño es obra de Emily Henderson y se trata del cuarto de baño de invitados de su actual casa (ya sabéis los que la seguís que está en pleno proceso de reforma de la que será su futura casa, así que esta pronto quedará vacante…).
Lo tomo de ejemplo porque creo que es un buen modelo de actualización a base de detalles. El fondo se arregla con esmalte de azulejos, que yo lo he probado y me encantó el resultado. No es un revestimiento nuevo, pero es una buena limpieza de cara. Las piezas como el mueble bajolavabo o la propia pila se pueden cambiar fácilmente. Sobre todo si están sobre encimera.
Y después está la importancia de los detalles. El truco del almendruco. Los cuadros, espejos y apliques del baño actualizan todo el espacio, y qué decir si además cuidamos los textiles y complementos.
Sí, podéis alegar que aquí el suelo marca mucho, pero… Imaginaos el baño con un suelo en gris, unas planchas de vinilo en imitación madera, un azulejo oscuro liso… Funciona en cualquier caso (¡y podemos recurrir a alfombras muy interesantes como ésta!)
Cuando no disponemos de una estancia de diseño, lo mejor es tirar hacia los básicos, convertir el fondo en un espacio neutro para después meter mano en los detalles y dejarnos llevar con ellos. Podemos crear efectos muy rompedores sólo con los detalles… ¿lo sabíais?
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