La tecnología ha revolucionado nuestro hogar en muchos sentidos, y también puede ser muy útil a la hora de enfrentarse a las altas temperaturas y sus consecuencias.
Aunque el verano no ha entrado de manera oficial, ya estamos registrando temperaturas muy altas, propias de los meses de julio y agosto, que nos obligan a pensar en cómo proteger nuestra vivienda frente al calor.
En Vivienda Saludable ya hemos hablado sobre cuáles son los mejores mecanismos para luchar contra las altas temperaturas, tanto si contamos con aire acondicionado como si no. La buena noticia es que los avances de la tecnología también pueden ayudarnos en esta tarea. A continuación, te contamos de qué manera:
- Ventiladores inteligentes. Recordemos que los ventiladores constituyen una forma más natural de refrescar el ambiente que el aire acondicionado porque disipan el aire caliente del entorno en lugar de expulsar el aire frío y deshidratar el ambiente, lo que puede causar sequedad en las vías respiratorias, dolores de garganta o resfriados. Además, son una alternativa más sostenible y respetuosa con el medio ambiente al no requerir de gases refrigerantes para su funcionamiento, que pueden perjudicar la capa de ozono. Pues bien, lo que diferencia a los ventiladores inteligentes es que su sistema de control móvil implica que podemos programar su encendido y apagado automático desde nuestro smartphone o tablet, lo que permitirá configurarlo para que se active durante las horas que lo necesitemos, ya sea de día o durante las horas de sueño, sin que tengamos que acordarnos de desactivarlo. Por si fuera poco, gracias a su capacidad de gestión remota, el ventilador inteligente puede encenderse en los momentos en los que el consumo eléctrico sea más barato y para que se apague cuando la tarifa vaya a cambiar de precio, lo que repercutirá directamente en la factura de la luz.
- Ventiladores tipo USB, que se pueden conectar a dispositivos móviles como tabletas o smartphones, y contribuyen a evitar el calor en cualquier sitio. Si se enchufan al ordenador ayudan a disminuir la temperatura corporal y, sobre todo, libran de la sensación de sofoco a quienes trabajan o pasan parte de su tiempo libre con ordenadores. Aunque son menos potentes que los ventiladores clásicos, cumplen su función y están disponibles a un precio más económico.
- Modo control remoto. Como ya hemos explicado con respecto a los ventiladores inteligentes, hay muchos dispositivos – como purificadores de aire, sistemas de aire acondicionado, humidificadores, etc.- que permiten su encendido, apagado y regulación en remoto. Esto significa que podremos activarlos de camino a casa para encontrarnos un ambiente agradable al llegar o apagarlos cuando estemos fuera. Es más, al ir regulando el ambiente de manera progresiva, no será necesario poner a más potencia el aire acondicionado, por ejemplo, para que enfríe de forma más rápida porque lleguemos con mucho calor de la calle.
- Bombillas inteligentes. Pueden conectarse a través de wifi y ser controladas mediante una app en tu teléfono o voz a través de asistentes virtuales como Alexa o Google Assistant. Con estas bombillas, puedes ajustar el brillo, la temperatura de color e incluso programar horarios de encendido y apagado. Si seleccionas colores fríos para iluminar tu vivienda, en tonalidades blancas y azuladas, crearás una sensación térmica más refrescante que si la luz de tu hogar es en tonos cálidos y amarillentos.
- Motorizar las persianas. Además de por comodidad, se gana en seguridad y en eficiencia energética. Al domotizar las persianas y poder accionarlas mediante interruptor, un mando o directamente el teléfono móvil, se reducen las pérdidas energéticas que se producen por el agujero de la cinta. Asimismo, al controlar mejor la luz solar que entra en tu hogar, puedes reducir el uso de aire acondicionado, lo que se traduce en ahorro en tus facturas de energía.
En resumen, los dispositivos inteligentes conectados, el llamado internet de las cosas o IoT, están a nuestro servicio para poder mejorar su rendimiento y en este caso, mitigar el efecto de las altas temperaturas en nuestra vivienda.