Las características de este estilo industrial permiten que pueda convivir con elementos decorativos de otras tendencias, por lo que, a pesar de las décadas que han pasado desde su aparición, sigue estando en auge hoy en día. Lo bueno del pasar de los años es que ya no solo es una forma de decoración apta para lofts, sino que sus especificaciones pueden implementarse sin problemas ni estridencias en cualquier hogar.
¿Qué caracteriza al estilo industrial?
Como su propio nombre indica, las casas decoradas siguiendo este estilo tienen elementos que podemos encontrar en fábricas y almacenes, pero combinados de tal manera que crean ambientes únicos y acogedores. Si quieres dar a tu vivienda un toque industrial, debes tener en cuenta sus principales claves:
Espacios diáfanos y grandes ventanales
Los loft, sin separaciones marcadas entre estancias, definen una de las principales características del estilo industrial: los grandes espacios abiertos. Los tabiques que no son imprescindibles deben ser retirados y la separación de espacios puede realizarse con opciones como los cerramientos de cristal, que permiten ver de un vistazo todo. Por otro lado, para contrarrestar la escasez de luz que aportan los tonos clave de este estilo, se apuesta por grandes ventanales que pueden llegar a ocupar, incluso, una pared entera. Tradicionalmente estaban desvestidos, pero actualmente los estores de tonos blancos, beiges o grises, así como visillos sencillos en los mismos tonos, se emplean para aportar un sencillo toque de intimidad sin quitar demasiada luz.
Todo a la vista
Ni pintura ni papel pintado. Lo que marca este estilo es que lo 'tosco', el material de 'obra' original, es lo que realmente decora. Así, paredes con ladrillo visto sin tapar, suelos de hormigón o vigas con acero o hierro son la marca de identidad de este estilo. De igual forma, elementos que normalmente se ocultan a la vista, como tuberías o tomas de luz, no solo no se tapan, sino que se juega con su disposición para la decoración de la casa.
Madera, metal y cuero para los detalles
En el estilo industrial, la madera y el metal son los dos materiales que tienen más protagonismo en los muebles. En el caso de la madera, esta debe ser sin tratar, al natural, sin lacar o barnizar. Esto permite que se puedan reciclar infinidad de muebles viejos o con la madera algo deteriorada para vestir cualquier rincón.En cuanto al metal, lo encontramos en las patas de la mesa, en sillas y en las propias lámparas, una de las piezas icónicas de este estilo. Los archivadores, taquillas o estanterías metalizadas típicos de oficinas terminan de darle al metal el protagonismo que se merece en este tipo de decoración.
Por último, no nos debemos olvidar del cuero como otro material que tiene su protagonismo en la decoración industrial. Presente en sillas, banquetas y butacas, encuentra su mejor expresión en uno de los elementos más relacionados con esta tendencia decorativa: el famoso sofá tipo 'chester'.
Tonos oscuros, con excepciones
En una casa decorada con un estilo industrial 'puro' los tonos grises, negros y marrones son los que predominan. Con el paso de los años, a estos tonos se les han sumado los cobre, granates o caqui, permitiendo darle un cierto tono de color a ciertos rincones.Los más atrevidos han aprovechado otras tendencias decorativas, como las que apuestan por colores flúor, para incluirlos en el estilo industrial de forma sutil, en cojines o pequeños jarrones o bandejas.
Ya tienes a mano las premisas mínimas para lanzarte a darle un nuevo aire a tu hogar que te transportará a un cosmopolita loft neoyorquino de los años 50 sin tener que viajar.
Te esperamos en el siguiente post de Vivienda Saludable.