Las enfermedades psicológicas son igual o más importantes que las físicas, y el ser humano y la sociedad debe aprender a cuidarse más en este aspecto.
El estrés se presenta de formas distintas según los orígenes de cada individuo: el trabajo, el estudio, las relaciones amorosas y/o familiares, la maternidad como así también la paternidad, las meras responsabilidades, etc.
Es muy importante saber identificar los problemas para pasar a la solución. Es bueno pensar que el estrés es un ente personificado. La acción de visualizar el problema como algo en concreto y tangible es de excelente ayuda a la hora de “ver” cuales son tus conflictos.
Las causas pueden ser muchas, pero más importante antes de combatirlo es detectar cómo desemboca en tus potenciales reacciones dependiendo los estímulos que te aborden:
Sentir sueño a toda hora del día: Pensarás que es un cansancio físico sin explicación porque luego de desayunar bostezaras.
Sentir desgano sin sentido aparente: El pensar sobre tus proyectos actuales o futuros te costará el triple debido a tu falta de emoción en ellos.
Te alejarás más de tus relaciones laborales / familiares / amorosas: El ser extrovertido quedará en el pasado y llevar una conversación con cualquier persona ya sea de tu círculo de contactos o de afuera se tornará una tarea más agotadora de lo que crees, sin mencionar que las nuevas relaciones que podrías generar no se llevarán a cabo porque preferirás evitar gente.
Presentarás trastornos alimenticios: Puede ser que empieces a comer mucho más a cualquier hora debido a tu falta de energías o todo lo contrario: dormirás mucho más tiempo y comerás la mitad de lo que deberías.
Descuido de aspectos del hogar: Puede empezar en cualquier habitación de tu casa. Sin embargo, cada habitación tiene un significado: si el desorden comienza en el baño, es porque tu estrés está enfocado en lo debilitadas que están tus relaciones sociales; si tu cocina está hecha un desastre se debe a que sufres una desvalorización por parte de externos o por ti mismo; si tu cuarto es un desastre, eso demuestra que tienes conflictos personales sin resolver.
Tómate el tiempo para hacer una introspección y evalúate a ti mismo. Necesitarás espacio y tiempo para realizar éste paso.
5 consejos para reducir el estrés
Desconéctate de tus obligaciones por unos momentos y empieza a reparar el daño de adentro hacia fuera:1. Comienza a redecorar tu ambiente hogareño
Un consejo de utilidad es empezar por la habitación que más necesite de un retoque. No obstante, no hablamos de cualquier “retoque”: pinta las paredes de un nuevo color, reorganiza la distribución de tus muebles y si es necesario y si tu situación económica lo permite cámbialos por otros; cambia tus cortinas, etc. Pero sobre todo pinta. La acción de pintar liberará endorfinas que te harán sentir realizado.2. Reorganiza tu dieta a base de proteínas
Dedícale tiempo a la elaboración de comidas proteicas. Muchas veces recurrimos a comidas pre hechas por falta tiempo ya que le dedicas mucho más al estudio y al trabajo pero el “cuidado del sí”, según Michel Foucault, es algo que no debemos descuidar para nada. Las proteínas incluidas en el desayuno y en la cena te aportarán las energías que te hacen falta.3. Ábrete a la gente
Siempre se dice que no queda bien que andes contando tus problemas a los demás, pero el guardarlos tampoco te ayuda. Habla con las personas, sé tú mismo y nunca pretendas que todo esté bien cuando no lo está. Verás que siempre alguien te escuchará y, además, ayuda a que te descargues un poco del peso de tus problemas.El “no llores” es una contradicción; llora todo lo que te hace falta, libera tus penas encerradas y luego piensa en limpio. Jamás dejes que la agonía te cierre la garganta, ya que los sentimientos y emociones desencadenan conversaciones profundas y hasta intelectuales las cuales motivarán tus ganas de ponerte al día.
Otra opción para aquellos que gozan de la compañía de una mascota es generar un vínculo con ellos. Si tu mascota es un can, háblale, camina con él, juega con éste, pero sobre todo háblale porque los perros son muy buenos oyentes. La relación que puedes tener con tu perro fortalecerá muchos aspectos de tu psiquis aunque no lo creas.
4. Haz ejercicio físico y mental
Muchos encuentran ésta actividad un tanto complicada debido a que el trabajo les demanda muchas horas del día. Sin embargo, esto se puede solucionar de una manera rápida y sencilla: cambia tu ruta cuando vayas al trabajo, camina más y evita el uso del auto o del transporte público. Si tu trabajo es full time, aprovecha esa hora o media hora de descanso para salir de tu oficina y caminar por los alrededores.El ejercicio físico mejora tu circulación y tu salud, jamás lo evites. Por otro lado, la actividad física no es la única que debes practicar: mejora tu actividad mental leyendo libros, escribiendo, teniendo conversaciones profundas con tus amigos en vez que ver televisión a solas, participa en reuniones de debate, estudia un idioma o aprende algún instrumento musical porque éstos te “abrirán la cabeza”.