En mi descargo debo decir que el verano en Madrid tiene mucha culpa de eso. Yo me suelo ir cuatro o cinco semanas y dejar las plantas sin agua al calor de la ciudad suele ser muerte asegurada. Sé que muchas veces se recurre a piadosos vecinos para para que rieguen las plantas una vez a la semana. Pero… ¡por no pedir favores ni dar la lata todavía no me animo!
Este año, sin embargo, tenía yo cuatro plantitas que llevaban conmigo todo el año, y se las veía muy sanas y contentas, así que no estaba dispuesta a dejarlas secarse durante el verano. Para evitarlo opté por una de las soluciones tradicionales: puse las plantas en cubos con agua.
Lo que hice fue colocarlas en cubetas con el fondo lleno de agua y ubicarlas en una zona luminosa pero que no les diera el sol directamente. Y la cosa funcionó.¡Cuando volví de vacaciones me encontré con tres de cuatro!
Sobrevivieron la suculenta (Haworthia), la crassula (Kalanchoe) y el Croton (los nombres me los he tenido que mirar…). Y murió, como era previsible, la Albahaca que tanto me gusta tener en verano.
Lo malo es que a la vuelta, y para darles un poco de cuidado extra, las mantuve en los cubos rellenándolos con agua, y para la crassula fue mortal. La ahogué. Así que por ahora, se quedan conmigo el Croton y la Suculenta, que espero que aguanten mucho.
Supongo que como todo, es cuestión de aprendizaje. Y yo, desde luego, espero no volver a ahogar una planta por exceso de riego.
Aprovecho este tema además para presentaros mi #plantselfie para la propuesta de septiembre de Urban Jungle Bloggers y que veáis que cuido con mucho mimo a estas pocas plantas que me sobreviven.
Vosotros, ¿qué trucos utilizáis con las plantas en verano?
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