No solo de muebles, encimera y electrodomésticos se compone una cocina. La condición que la distinguirá de cualquier otra, son esos detalles que únicamente los puede aportar el propio usuario.
Este modelo de cocina contiene dos elementos claves que facilitan su personalización: los módulos abiertos y el toque de naturaleza que aportan las plantas.
Los módulos abiertos de madera de roble estratégicamente ubicados, hacen de ésta cocina un espacio versátil, accesible y confortable desde cualquier punto de vista, a partir de un diseño dinámico y abierto.
Está claro que pocas veces se cuenta con un área tan extensa como en éste caso, pero es cuestión de adaptar la idea a cualquier otro tamaño.
Por otro lado, las plantas de interior y macetas situadas en las alas de la campana decorativa y sobre la superficie de trabajo de la gran isla, aportan belleza, armonía y oxígeno, aunque deben recibir atención continua para mantener un equilibrio natural, algo que solo personas que gustan de ellas estarán dispuestos/as a considerar.
La composición corresponde a una gran isla completamente equipada como único sitio de trabajo y como protagonista, una gran campana y sus accesorios que sirven para albergar decorativos maceteros y colgar utensilios de uso diario.
En uno de sus extremos se sitúa una completa fila de columnas con una zona abierta para desayunos y en el otro, un par de pequeños muebles auxiliares con el horno en uno de ellos.
El modelo es el Green Kitchen de Grupo Inara, cuyos frentes son lacados y los detalles en madera de roble, tiradores de asa a medida de cada puerta y encimera de granito que se prolonga para formar una práctica mesa para comer o trabajar.
Una estupenda opción.
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