Un ejemplo claro de lo que os hablo sería este piso, que según he podido leer se encuentra en Suecia y destaca por el magnífico equilibrio entre piezas de diseño escandinavo, como la famosa estantería String o las láminas de estética más moderna con paredes de aire decadente, baúles envejecidos y sillones recuperados del pasado que conviven en perfecto equilibrio con una sencilla cama de matrimonio de IKEA.
Algo que creo que es muy importante a la hora de buscar este efecto es tener presente que no todos los muebles antiguos encajan. Como ocurre con los muebles que compramos ahora, la calidad es un factor a tener en cuenta y en el caso de los muebles vintage, creo que esto es especialmente importante, sobre todo si queremos restaurar el mueble, ya que la calidad de la madera será diferente.
Lo que más me gusta de estos muebles es la posibilidad de mezclarlos con ambientes de paredes y suelos nórdicos como en el recibidor de esta foto, donde incorporan un banco con acabado vintage sobre una tarima gris clarita y paredes blancas.
¿Y qué me decís de este lavabo? Me parece una pasada para un aseo pequeño en el que no necesitemos mucho almacenamiento.
Hay veces que no es necesario incorporar muebles muy voluminosos para conseguir este efecto, por ejemplo, incorporando una damajuana como en el salón de arriba o añadiendo marcos de fotos envejecidos y un candelabro a nuestro comedor.
Y si hay algo que concentra el punto industrial y vintage y que, además, nos da una magnífica solución de almacenaje extra eso son las taquillas. En los últimos años las vemos por todas partes, de hecho, las podemos encontrar en tiendas como Maisons du Monde a la venta. Sin embargo, lo que más me apetecería a mí es encontrar una joya vintage como éstas y pintarlas con chalk paint.
¿Y tú, también eres fan de los muebles vintage junto a otros de diseño más actual?
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