La cafetería que os enseño hoy es de esos rinconcitos decorados con buen gusto y con mobiliario muy sencillo. Lo mejor, es que han sabido mezclar el negro con colores más claros en su justa medida. Y como no podía ser menos, han dejado una súper pared de ladrillo viso blanco que es una preciosidad!
La barra es una de esas cosas que o te gusta o te disgusta, pero no puedes dejarla pasar. A mi me parece súper original, rompe con las líneas rectas de los estantes de la pared y hace el espacio más divertido y con carácter.
Me gusta la disposición de las mesas, porque aunque no hay mucho espacio hacia los lados, si que hay suficiente entre las dos filas para que los camareros puedan moverse con libertad.
Esta mesa es perfecta para una quedada de amigas, verdad?
Además el juego de lámparas es precioso!
Es una pena que el cartel no se lea bien, seguro que en persona gana mucho más. Pero creo que le da un toque retro y personalidad a la pared.
Esta zona del baño es súper pequeñita, pero han echo genial poniendo la papelera de color rojo intenso para que nos fijemos en ella y no el tamaño tan reducido.
Fuente: Jand and Henry
¿Qué os parece?
¿Pasaríais una tarde de sábado ahí?