Esta casa en Estocolmo es de esas casas con las que algunos soñadores -me incluyo, claro-, sueñan con ser el lugar donde poder retirarse algún día, cuando las obligaciones laborables cesan (porque dificilmente puede ser antes). No sólo por las vistas impresionantes que se vislumbran desde su privilegiada ubicación, en lo alto de una colina, sino y sobre todo, por un interiorismo depurado y acogedor donde la madera está muy presente, como corresponde a una casa nórdica.
La planta baja se situa en dos niveles que diferencian la zona de estar de la cocina y comedor. Dos ambientes diferentes, el salón decorado con profusidad de textiles étnicos, alfombras, cojines, mantas, conforman un espacio vivido y cálido, que potencia la chimenea de diseño abierto. En cambio, la cocina es un espacio moderno que tira hacia lo industrial, con predominio del color negro y el acero, presente en los electrodomésticos de última generación.
Algunos de los dormitorios se situan en la buhardilla. Una excelente opción para disfrutar de privacidad y un enorme espacio. Las zonas con baja altura, se han aprovechado como zonas de almacenaje. Excelente tanto las vistas como la luminosidad que disfrutan, debido en parte, a la apertura de claraboyas en los techos inclinados.
Un lugar de ensueño ...
Imágenes de Skeppsholmen
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