Si, después de unos días de desconexión. De una accidentada luna de miel, y de los primeros catarros del otoño, tenemos que volver a las rutinas, al día a día, y a la creatividad. A poner ideas y metas en la cabeza, para que no se nos quede nada de hueco en la cabeza para preocupaciones, y que mejor cosa, que por ejemplo, organizar una fiesta en el jardín.
Ya es veroño (cada vez se alargan mas esos días de calor) y aunque nos resistimos a despedir el verano, y con reticencia vamos sacando la ropa de entre-tiempo, una de las mejores épocas para disfrutar de los exteriores.
Por su luz, sus atardeceres, los colores contrastados y ese fresquibiri que nos hace poner una chaqueta a ultima hora.
Momento ideal, para presentar tendencias de otoño, atrevernos con vajillas con estilo vintage, y donde las texturas se atrevan a darle forma y volumen a la mesa.
Yo sin duda, si no puedo ahora… lo haré, porque siempre me gusta destilar imaginación y color en la mesa, así que… ¿te apuntas a la fiesta del jardín?
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