La alacena es el centro natural de toda cocina: el lugar donde guardamos lo necesario, el que abrimos en busca de “inspiración” para cocinar o al que recurrimos cuando buscamos un tentempié con el cual engañar el hambre.
Pero, ¿qué pasa cuando en la alacena reina el desorden? Abres las puertas y no encuentras lo que buscas, todo está amontonado y ni siquiera sabes realmente que hay y que falta. ¡Uff! Es un verdadero problema ya que puede suceder que termines por comprar productos que ya tenías y que otros se echen a perder ya que han quedado olvidados en el fondo de la alacena.
Y es muy fácil que esto suceda. A veces es la prisa con la que vuelves a poner las cosas dentro la alacena o, muy a menudo, niños o adultos que revuelven todo ya que no ponen atención cuando buscan algo en su interior.
Si en tu cocina tienes una alacena desordenada y quieres poner remedio a este problema, te invito a seguir estos 10 fáciles y prácticos pasos para conseguir alacenas ordenadas y limpias.
Antes de empezar una recomendación fundamental. Tómate tu tiempo, no ordenes tu alacena con prisa. Es una operación que requerirá de tiempo, entre 1 y 2 horas, para que todo quede bien así que, ¡tómatelo con calma y manos a la obra!
1. Vacía la alacena: será esencial sacar todo lo que se encuentra en el interior, esto te permitirá saber que tienes exactamente y, ¡hasta encontrar joyas perdidas en su interior!
2. Limpia la alacena: este paso es muy importante para tener un espacio organizado. ¿Alguna vez te has puesto a pensar cuan poco tiempo dedicamos a limpiar la alacena? No obstante sea el lugar por excelencia donde almacenamos alimentos, generalmente no le dedicamos suficiente tiempo a su limpieza. Po este motivo, ¡aprovecha de la organización para limpiarla a fondo y dejarla reluciente!
3. Haz un inventario de lo que tienes: comienza por controlar y desechar los alimentos que ya no están en buen estado, aquellos cuyas tienen fechas de caducidad ya hayan vencido o los que han estado almacenados abiertos por mucho tiempo y no has utilizado. Esto te ayudará a prevenir intoxicaciones y alergias, ¡además de que sabrás exactamente con cuales productos cuentas en tu alacena!
4. Agrupa los alimentos: lo más cómodo a la hora de buscar una comida es tener una idea precisa de donde estará; por este motivo es recomendable que los agrupes en conjuntos similares como por ejemplo pastas, harinas, productos para el desayuno, salsas, enlatados y frascos, etc. De esta manera podrás irlos colocando en la alacena por grupos organizados que serán más fáciles de identificar. Recuerda colocar los productos que usas con mayor frecuencia en las repisas de en medio, ¡son las de más fácil acceso y mayor uso!
5. Usa algunos contenedores: algunos alimentos pequeños o en bolsa, como las sopas instantáneas, las legumbres embolsadas o las decoraciones para pasteles; tienden a deslizarse unas debajo de otras y a “perderse” dentro de la alacena. Una excelente opción es comparar contendores, canastas o carrouseles donde poner juntos estos alimentos, ¡de esta manera nada se perderá!
6. Productos pesados en la parte baja: procura almacenar los alimentos más pesados como botellas de agua, leche o grandes latas en las repisas más bajas de la alacena. Será más fácil sacar los productos y si se llagan a caer, ¡no te lastimarás tan fácilmente!
7. No pongas nada en el piso: evita usar el piso de la alacena como si fuera una repisa. Esto hará más difícil la limpieza, favoreciendo algún insecto que pueda anidarse dentro de la despensa atraído por la comida, ¡nadie quiere encontrar huéspedes inesperados entre sus alimentos!
8. Aplica el PEPS: “primero entra, primero sale”, es una regla que se aplica mucho en los supermercados. Significa que consumas los productos en el orden en el que los compraste. Sucede a menudo que va poniendo los productos nuevos frente a los más viejos y estos se van quedando sin usarse, ¡con el PEPS comerás siempre los alimentos más frescos!
9. No almacenes todo en la alacena: hay algunos alimentos que por su naturaleza es mejor no conservar en la estantería. Algunos productos son muy susceptibles al calor por lo que alimentos como huevos, mantequilla, salsas o chocolate, ¡estarán mejor en el refrigerador!
10. Regresa los productos a su lugar: si tomas el hábito de volver a poner cada alimento en el lugar designado después de haberlo usado, evitarás que en tu alacena comience el desorden. Enseña y motiva a los otros miembros de la familia a que mantengan el orden y, ¡nunca más tendrás una despensa desordenada!
¿Te han gustado estos consejos? Aplícalos y te aseguro que en tu alacena reinará el orden y te será más fácil cocinar. ¡Te espero en el próximo post con más consejos que facilitan tu vida!