Además es interesante ver cómo pueden quedar perfectamente integradas con el resto de mobiliario tanto en interiores como en exterior. Desde luego, es un juguete para aquellos amantes del bricolaje y la restauración, porque podemos cambiar el tono de la madera mediante barnices, pinturas, decapados etc...y darle un acabado completamente diferente.
De todas formas, si lo que nos gusta es ser más prácticos, admite perfectamente el acabado original, sin complicaciones.
Me ha parecido una solución muy práctica por su bajo coste, sobre todo a la hora de amueblar pisos de alquiler, apartamentos de verano, casas en el campo, buhardillas, txokos...ya que normalmente son segundas residencias en las que sólo estamos por temporadas y en las que miramos un poco más el aspecto económico. Destacar también su inmensa utilidad en la decoración de jardines, terrazas y porches, como muebles de descanso en la época estival, aportando un toque desenfadado e informal.
Os dejo una selección para que toméis nota:
Mesas de centro en salones y comedores, y un bonito ejemplo de cómo darle vida a una pared frontal.
Rincón relax o zona chill out
Dormitorios aparecen como cabeceros de cama, mesitas de noche o como bases para colchón. Muy habitual en la decoración estilo industrial.
Muebles de exterior
Y hasta aquí los mejores ejemplos que he encontrado, ahora me conformaría con pensar que una de estas opciones pudiera encajar en alguna de vuestras necesidades.
¿Te animas con alguna?