Buenos días! Empezamos la semana visitando la casa de la interiorista y estilista freelance Joanna Bagge. Es un apartamento de 68 metros cuadrados, pero con una sensación de amplitud enorme.
De hecho, en la habitación principal, hay cabida para un pequeño vestidor y una zona de trabajo con mucha luz. Además, en la habitación de los peques hay espacio suficiente para la gran litera y una zona de juegos.
¿Queréis verla?
La idea de restaurar muebles siempre que se pueda, es todo un acierto. Junto con el friso del comedor, es uno de los puntos más interesantes de esta vivienda.
Contando con la altura de los techos, han aprovechado para elevar la altura de las literas colocando una zona de almacenaje con armarios y cajoneras para guardar esas mil cosas de los peques. Es una idea genial!
Para dividir el espacio entre la zona de descanso y la zona de trabajo, pero sin restar luz, han colocado un separador con almacenaje en la parte baja, peo con cristal en la parte superior. De esta manera, la separación de zonas es total y se consigue el efecto deseado.
Para aprovechar el espacio en la habitación, han prescindido del cabecero pero en su lugar, han colocado un friso en un tono neutro para dar mayor protagonismo a esta zona de la habitación.
Me encanta la idea de colocar pequeños listones de madera en la pared. Aporta sensación de calidez y le da mucha personalidad al espacio. ¿No os recuerda al interior de las casas hechas con contenedores marítimos que vimos en este post?
El truco de pintar en blanco y elegir colores neutros para la decoración a estás alturas seguro que ya lo sabéis, pero cuando veo imágenes como esta, no puedo evitar recordároslo :D
¿Os ha gustado el detalle
de la pared del comedor?