Muchas veces no es necesario acometer grandes reformas para hacer cambios interesantes en nuestro hogar. Desde Vivienda Saludable te animamos a que pruebes a pintar los azulejos de tu baño para conseguir un efecto sorprendente.
Pintar el baño: un método barato y entretenido
Es una opción muy económica que dará un aire renovado a tu baño.
En internet puedes encontrar muchos tutoriales y consejos para poder hacerlo tú mismo y que quede un resultado muy aceptable.
Puedes pintar los azulejos con plantillas de mosaicos y combinarlos con paredes de un solo color.
El truco: paciencia y buenos productos
Necesitas hacerlo con mucho cuidado y paciencia para un resultado óptimo y que no quede un acabado poco profesional.
Una vez que los hayas pintado, ten en cuenta que no se pueden limpiar con cualquier producto porque se puede dañar la pintura.
Antes de empezar a pintar el baño:
Limpia la zona, previamente, para eliminar todo rastro de grasa, silicona y cal. Con agua fría y unas gotas de amoniaco conseguirás eliminar toda la suciedad. Después, pasa un paño limpio y seco para evitar las marcas de gotas y ventila bien la estancia.
Protege todos aquellos muebles, sanitarios o zonas que no quieres que se manchen, al igual que interruptores, enchufes y grifos. Para ello, usa papel o plástico, así como cinta de carrocero.
Protégete a ti mismo: usa ropa vieja que no temas estropear y protege tus manos con guantes y tus ojos con unas gafas. Es fundamental que haya suficiente ventilación en la estancia, ya que vas a trabajar con productos tóxicos y la buena ventilación es clave.
Elige el tipo de pintura adecuada:
Esmalte especial para pintar azulejos. Se aplica de forma directa y tiene diferentes acabados, tanto en tonos como en aspecto, que puede ser mate y brillo. No necesita imprimación ni decapado y no gotea. Se recomienda aplicar en varias capas con un espacio de tiempo de 12h entre cada una.
Aplica primero una capa de imprimación (un recubrimiento previo que se aplica sobre la superficie para prepararla para el proceso posterior) y, luego, la pintura por encima. Pero elige un acabado que sea resistente al agua y tendrás azulejos nuevos por mucho más tiempo.
Escoge una pintura a base de resina. No requieren imprimación, pero su aplicación se realiza en dos pasos: una pintura específica de color que se cubre a posteriori con una capa de resina de protección.
Prepara tu kit de pintura, que te recomendamos que incluya una bandeja de pintura para rodillo, cinta de pintor, un rodillo para pintar las paredes y el techo y una brocha pequeña o pincel para los retoques y los bordes.
Manos a la obra:
Abre el bote de pintura, agítalo bien y remueve bien la pintura para que quede homogénea. Previamente, lee las instrucciones con detenimiento o consulta con el especialista de la tienda donde la has comprado.
Vierte la pintura en la bandeja para que acceder a la pintura sea más fácil y cómodo.
Impregna el rodillo con pintura y empieza a dar una capa de arriba a abajo intentando que se cubra todo de la manera más uniforme posible. Para las zonas más pequeñas o delicadas, usa un pincel o una brocha de menor tamaño.
Deja secar un mínimo de veinticuatro horas, antes de darle una segunda capa.
Recuerda esperar cinco días para utilizar el baño, ya que el esmalte debe estar completamente seco para poder mojarse. Estamos seguros de que siguiendo estos consejos la tarea de pintar los azulejos de tu baño será más sencilla y, lo más importante, el resultado os va a encantar a toda la familia.