En esta oportunidad vamos a dedicar las siguientes líneas a explorar el mundo e imaginario de las mujeres desordenadas, qué las motivan o impulsan a esas conductas, qué características tiene su hogar y qué les corresponde hacer si desean salir de menudo atolladero.
Existen tres posibles clasificaciones según Sandra Felton, autora de libro “Se acabó el desorden” (2011) y son las mujeres desordenadas por guardar cosas, por acumuladoras o por perder el tiempo.
Si eres desordenada por guardar cosas entonces te caracterizas por comprar y conservar lo que en algún momento tú o cualquier otra persona cercana puede necesitar. En tu casa encontrarás una lista interminable de objetos que en la mayoría de los casos no usas, pero en algún momento lo harás. Guardas en casa cosas para ahorrar en el mañana, así no las compran tan costosas, también lo haces como pasatiempo, así una salida o viaje de vacaciones te resultará entretenido, tendrás temas acerca de qué hablar o simplemente es un medio para hacer contacto y entablar nuevas amistades.
Se es desordenada guarda cosas por ego, es decir, disfrutas el tener nuevas cosas, también el deseo de coleccionar objetos únicos e ir tras las rebajas motiva este tipo de desorden. La gratitud y el sentimentalismo también gobierna a estas mujeres, entonces guardan “el peluchito que les regaló el ex”, la cartera que era de la abuela fallecida
Por su valor, la costumbre y la creatividad también son motivos para inspirar a este tipo de mujeres. Entonces conservan libros y revistas viejas por la importancia de sus contenidos, van a casas ajenas y solicitan lo que ya otros no usan simplemente porque ya tienen el hábito de guardar cosas o porque consideran todo material que otro desecha, un material de provecho.
También están las desordenadas por acumulación, entendidas estas como aquellas que hacen de los objetos o cosas montones distribuidos por toda la casa. Las causas más frecuentes de este tipo de desorden son la mala memoria y distracción, así que todo lo dejan visible y en pilones por si no recuerdan luego donde los guardaron o porque simplemente iniciaron una tarea y se distrajeron con otra, así que donde se entretuvieron dejaron su cesta de ropa, por ejemplo.
Otro motivo es para alejar a la gente, se dicen a sí mismas es demasiado desastre como para que alguien venga a visitarme. También por estilo y personalidad, si tengo la casa como un nido demuestro lo extrovertida y creativa que soy, marco una distinción.
Finalmente están las desordenadas por perder el tiempo, estas las mueven dos consignas: El no estar conscientes del paso del tiempo y el hacerse sentir importantes. En el primer caso están esas mujeres que no saben determinar cuánto les llevar hacer una actividad, así que se comprometen sin asumir las consecuencias. Por lo general, ni usan reloj. Y en el segundo lugar, están esas que para sentirse importantes se mantienen sumamente ocupadas.
Sandra Felton expone que saber qué tipo de desordenadas eres es un buen paso a iniciar para dejar esa conducta atrás. () “solo cuando nos damos cuenta de los pensamientos que guían nuestras acciones podemos empezar a contrarrestarlos” () Entonces, ¿qué tipo de desordenada eres tú?
Fuente: este post proviene de Magazine Organizarte, donde puedes consultar el contenido original.
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