En este tipo de situaciones parece frívolo hablar de temas más carnales pero queremos seguir generando contenido para haceros pasar un buen rato y si además os servimos de ayuda y aprendéis algo, pues genial.
Y la respuesta vuelve a ser –depende-.
Es cierto que desplazar una cocina es mucho más sencillo que hacerlo con un inodoro pero tenemos que cumplir ciertas premisas para hacer este cambio con éxito.
No es que todas las casa viejas estén mal hechas, es que estaban diseñadas según los paramentos sociales del momento. Así que antes de hablaros sobre cambiar cocinas de sitio os queremos explicar por qué vemos estas disposiciones que nos parecen tan mal hoy en día.
En casas de cierto nivel, generalmente van acompañadas de la habitación y el baño para el servicio.
Podríamos pensar que otro de los motivos que influye es el tamaño de las viviendas. Al ser más pequeñas, ganar metros y amplitud visual uniendo la cocina al salón, parece un gran acierto. Incluso, en ocasiones, esto nos permite liberar una ventana que puede ser parte de una nueva habitación. Pero es cierto que esto también se está dando en viviendas de tamaños considerables porque la cocina vuelve a tener ese punto de las casas primigenias en las que todo pasaba en torno al fuego del hogar.
-Para poder mover una cocina de sitio hay que tener en cuenta que los lugares por los que pasen las canalizaciones nuevas también se verán afectados. Es decir, si tienes pensado mover la cocina sin reformar el resto de la casa, has de ser consciente de que puede que tengas que tocar el suelo, las paredes y el techo de otras estancias de la casa en función de donde se sitúen las bajantes de desagüe y las ascendentes de agua fría y caliente a las que vas a engancharte.
Además, siempre se intentará llevar las tomas de agua por el techo ya que así, si hay cualquier fuga, el problema lo tendrás en tu vivienda y no mojarás al vecino.
- Además hay que estudiar el mejor recorrido y darle la pendiente adecuada porque los desagües funcionan por gravedad, para que no haya problema de atascos futuros, lo que en algunos casos, puede influir en las alturas de los suelos.
Un truco es conectar fregadero y lavavajillas en el mismo desagüe ya que el segundo tiene motor para la impulsión del agua y puede ayudar a arrastrar algún pequeño desecho que provenga del fregadero.
-Igualmente pasará con el tema eléctrico. Habrá que ver de qué manera se pueden llevar la electricidad y se tendrá en cuenta los enchufes de fuerza necesarios.
-Otra de las cosas que tienes que tener en cuenta es que la pared donde cuelgues muebles altos deberá estar reforzada.
En el peor de los casos en los que sea imposible una campana tradicional, existen las campanas de filtro de carbono que no necesitan extracción pero requieren de mayor mantenimiento.
Esperamos que con estos puntos tengáis algo más claro lo que supone mover una cocina y si seguís teniendo dudas, estaremos encantadas de poder haceros un proyecto a medida que no solo resuelva a nivel estético y funcional la cocina, sino la parte técnica que suele ser la más desconocida, como es lógico.