Se avecinan cambios y entre el tiempo que necesitan las nuevas ideas y los viruses que no nos dejan en paz, está siendo complicado este 2016, la verdad que hemos llegado a marzo sin saber muy bien cómo, y eso no nos gusta.
Pero tampoco nos gusta que creáis que no nos preocupamos de vosotros, así que vamos a hacer un esfuerzo por estar aquí cada semana.Vamos a intentar ponernos al día con todos los proyectos de los que no hemos hablado, y os los vamos a ir enseñando y explicando para que os puedan servir como inspiración para vuestras reformas ypara que vayáis conociendo un poquitomejor nuestra manera de trabajar.
Este baño os sonará, porque hemos ido publicando alguna foto en las redes. Hoy os vamos a contar su historia:
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Hace unos meses dos hermanos que vuelven a vivir juntos después de muchos años nos llamaron para ver si había alguna manera de sacarle un baño más a la casa. Dándole vueltas al plano de la distribución y a las instalaciones conseguimos, robándole unos metros a la habitación de invitados, crear un nuevo baño más cerquita de la habitación de la nueva inquilina.
El punto de partida era un baño sencillo, agradable y funcional, que trasmitiera paz como el resto de la casa. El espacio con el que contábamos era casi triangular y las dimensiones reducidas, 3,5m2, pero con los materiales, acabados y mobiliario se consiguió que la sensación al entrar no fuese de agobio sino de ligereza y amplitud.
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Primero teníamos que solucionar los temas técnicos, desagües y tomas, que en cierta manera condicionaron la distribución del baño, dejando el inodoro lo más cerca posible de la bajante. Así la ducha se colocó detrás de la puerta y el mueble con el lavabo en la pared inclinada.
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En cuanto a losmateriales y acabados, el blanco tenía que ser el color predominante porque era el preferido de los propietarios. Además para dar mayor sensación de amplitud, se deicidio reducir la zona alicatada a la ducha, pintado todo el resto en blanco con una pintura especial para baños antihumedad.
Para conseguir darle calidez al blanco, se eligió un azulejo en tonos beige, como lascas de piedra, que además aporta el toque fresco y natural. Para el suelo se buscó la misma idea, con un azulejo en pizarra de formato 60x30.
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Todas estas decisiones las tomamos juntos en dos talleres que realizamos con ellos, viendo las mejor opciones.
Para el mueble del lavabo la combinación perfecta que además encajaba a la perfección, blanco y madera con un lavabo de superficie tipo bol acompañado de un grifo de caño alto colocado en diagonal. Para completar el conjunto elegimos un espejo redondo ajuego con el lavabo. El toque personal se lo dio la clienta con sus accesorios.
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En frente del mueble colocamos un gran espejo, consiguiendo duplicar el espacio y uj juego de reflejos entre ambos espejos. Además de que es muy práctico porque permite vernos de cuerpo entero.
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