Recoger y reutilizar agua de la lluvia es económico, sostenible (siempre que se haga de una forma adecuada) y bastante sencillo. Y lo primero de todo es tener claro que no hace falta tener un gran terreno para poder beneficiarte de estos recursos, aunque es indudable que su nivel y uso estará bastante condicionado por este hecho. Y hablando de usos, ¿conoces las principales formas de utilización del agua de la lluvia? Hay dos opciones:
- El espacio exterior de tu casa: el riego de plantas y/o jardín, limpieza y lavado de coches (siempre que sea en tu propiedad, recuerda que está prohibido hacerlo en la vía pública), complementos para tu piscina…
- En el interior de tu hogar: para la lavadora, lavavajillas y otros electrodomésticos, limpieza… Por cierto, ¿sabías que el agua de la lluvia es más suave? Esto hace que puedas ahorrar en el consumo de detergentes.
Caseros, innovadores, de todos los tamaños, materiales y precios: desde el cubo de toda la vida, que puedes, por ejemplo, usar después para limpiar o regar, hasta los más modernos circuitos que te permitirán optimizar este recurso al máximo para tu vivienda. Esto último es aconsejable para los que cuentan con más terreno, y presupuesto claro. ¿Y cuál es su precio? Pues depende de tu necesidad y de la complejidad de tu instalación.
Estos son los elementos básicos que debe componer un buen sistema de recogida de agua:
- Cubierta
- Canalón: Para recoger el agua y llevarla hacia el depósito o aljibe.
- Filtro: Necesario para hacer una mínima eliminación de la suciedad y evitar que entre en el depósito.
- Depósito: el lugar donde se irá almacenando el agua. Puede estar al aire o enterrado.
- Bomba: Para distribuir el agua a los lugares previstos.
- Sistema de drenaje de las aguas excedentes, de limpieza, etc.
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