El agua de lluvia es un recurso gratuito muy preciado, fácil de recoger y almacenar. Su uso ayuda a reducir el consumo de agua potable.
Es idónea para la cisterna del aseo, regar las plantas del jardín, limpiar la casa, electrodomésticos (lavavajillas, lavadora), lavar el coche......
En primer lugar, hay que estudiar la climatología del lugar donde vives, para saber la cantidad de agua que puedes captar y planificar tus necesidades, con el fin de dimensionar adecuadamente el sistema y el depósito.
La cubierta es la base de recogida del agua de lluvia, los canalones son los elementos por donde se dirige, pasando por unos filtros que garantizan que no entre suciedad al depósito, donde se almacena. Luego con una bomba, se distribuye a la cisterna del baño, electrodomésticos, riego de jardín....Todos estos elementos forman un circuito independiente de la red de agua potable.
El depósito de almacenamiento de agua, puede ser enterrado o de superficie, integrados en el jardín, cumplen su función con discreción y eficacia.
El depósito debe tener el volumen de agua que se desea recoger y también debe integrarse al diseño de la vivienda.
En España en el año 2014 la pluviometría media ha sido de 680 litros por metro cuadrado, (según AEMET), considerando una cubierta de un edificio de 100 metros cuadrados y un aprovechamiento del 80 porciento del agua (se multiplica por 0,8) se podrían recoger unos 54.400 litros gratuitos al año.