Así, ¿de qué tipo de fuentes de energía procede el ACS? Lo más común es que provenga de fuentes tradicionales como son el gas, el gasóleo o la electricidad, aunque actualmente también encontramos sistemas más sostenibles como los paneles solares térmicos y la biomasa.
De este modo, dentro de los aparatos de calentamiento, encontramos tres tipos de sistemas para el consumo del agua caliente:
- Sistemas de acumulación. Son las calderas y los termos. Su funcionamiento se basa en mantener en un depósito el agua caliente, para que esta pueda ser empleada en cualquier momento. Son rentables sobre todo cuando se hace un uso elevado del agua caliente. Sin embargo, gastan más energía y ocupan más espacio.
- Sistema de calentamiento instantáneo. Son calentadores que calientan el agua en función de su uso. Su coste energético es menor pero solo se aconsejan para viviendas con pocas personas y con un consumo menos.
- Sistemas mixtos. Tienen un depósito acumulador más pequeño que una caldera, pero también producen de forma instantánea durante el día.
¿Cómo podemos hacer un mejor uso del consumo del agua caliente?
- Lo más importante es usarla con precaución y no despilfarrar. Así, el agua debe estar a una temperatura razonable, no demasiado caliente.
- Si nuestro calentador es eléctrico, debemos cubrirlo con una manta aislante, que podemos adquirir en cualquier centro de bricolaje.
- Si tenemos goteras, es muy importante repararlas lo antes posible.
- Instalar reguladores de temperatura en grifos y ducha también ayuda a ahorrar.
- Solo debemos hacer uso de la lavadora y el lavavajillas cuando estos estén totalmente llenos.
- Si tenemos instalación de gas, deben revisarla cada año.
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