Si has levantado la mano eres una afortunada, porque el washi tape o celo japonés creará un problema en tu vida, así que si no lo conoces, cierra esta pantalla y sigue como si no hubieses leído nada (hazme caso).
Pero si ya eres una de las contagiadas por el virus del washi, puedes seguir leyendo, total, ya no hay nada que hacer con nosotras ; ) no tenemos solución.
Seguro que conociste el washi tape por casualidad, y un día te dijiste a ti misma “Voy a comprar un celito de estos de colores” Ahí caíste, y lo sabes.
A partir de ese momento tu vida cambió, y cada vez que veías un washi tape de colores tus ojos no podían dejar de mirarlo, tenias que tenerlo, y te decías por lo bajini “Uno más no pasa nada”
Hasta que llegó el momento en el que te diste cuenta de que tenias un problema (o un problemón) porque ahora ya no tienes dónde esconder tu botín para que el resto de tu familia no se de cuenta de que tienes un problema con el washi tape.
Tranquila, somos muchas más “Hola, soy Rebeca y soy adicta al washi tape”
Pero no te preocupes, he llegado para ayudarte, ya nadie más te dirá con sarcasmo “¿Para que quieres tantos?”
He dado con la solución usar el washi en proyectos de decorativos tan chulos como estos:
Como ya sabes que soy muy fan del color, qué mejor que decorar las habitaciones de los peques con nuestro celito japonés.
Primera idea: Hacernos una letra con alambre y decorarla con washi tape.
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Unos banderines hechos íntegramente con washi, mola ¿verdad?.
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Una lampara de Ikea un poquito de washi y mira que apañada queda.
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Topos en la pared a base de …bueno ya lo sabes ; )
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Más sencillo y chulo no puede ser, este es mi favorito, una pared lisa y celo (por si no tienes whasi de colores).
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En fin, que el washi tape es una alternativa barata para decorar y dar salida a nuestros “vicios ocultos”.
Psssst por si te has quedado con ganas de más, Frikymama ha preparado algo muy chulo sobre el washi y sus distintos usos por si te apetece seguir la cadena.