La irrupción en nuestras vidas de la tecnología en forma de ordenadores, internet, smartphones tablets… ha provocado cambios sociales, culturales y económicos que han afectado a muchos individuos.
¿Qué es el tecnoestrés?
El tecnoestrés es un fenómeno reciente. Se trata de una nueva clase de estrés relacionada con el uso de las nuevas tecnologías en el entorno laboral. Hace tres décadas, especialistas pusieron por primera vez el foco en este término y sus consecuencias para la salud.La comunicación permanente, la imposibilidad de desconectar del trabajo, la falta de momentos de enfoque pleno debido a la innumerable cantidad de estímulos que los dispositivos electrónicos de uso diario nos presentan de manera ininterrumpida, impactan directamente en la calidad de vida de las personas.
En esta oportunidad, repasamos los problemas más comunes que enfrentan las cada día más personas que son víctimas del tecnoestrés.
Víctimas del tecnoestrés
Tras pasar todo el día pegado al ordenador, llegas a casa, y ¿enciendes el portatil? ¿Sientes la necesidad imperiosa de mirar el móvil a menudo? ¿Te provoca nerviosismo no saber manejar un dispositivo electrónico? Así se manifiesta el tecnoestrés.La tecnología que llegó para hacer nuestra vida más fácil, puede convertirse en una carga si no se establecen los límites oportunos; el tecnoestrés es un problema que abarca desde la necesidad de estar conectado en todo momento hasta evitar su uso como respuesta al desconocimiento.
Los elementos tecnológicos se han instaurado en todos los ámbitos de nuestra vida. Aunque su principal cometido es facilitar nuestro día a día, pueden generar nerviosismo porque hay que aprender a manejarlos, lo que lleva tiempo, y puede desencadenar más problemas de los que nos resuelve.
Este nerviosismo da lugar al tecnoestrés, “un tipo de estrés provocado por la exposición continuada al uso de nuevas tecnologías de información y comunicación como Internet, los móviles, la televisión digital o el teletrabajo”.
Problemas más frecuentes
La evitación de algunos elementos tecnológicos por el nerviosismo y la ansiedad por algo que no sabes manejar, equivocarse o fruto de la incertidumbre de si lo van a hacer bien o mal.
La sobrecarga de información y la exigencia del desarrollo de nuevos conocimientos y habilidades para manejar la tecnología.
En el extremo opuesto, se encuentran aquellas personas que se pierden en las nuevas tecnologías.
Los especialistas señalan como ejemplo el caso de un adolescente que dedica más de 8 horas a las tecnologías (Redes Sociales, Juegos OnLine, Netflix, etc.). En un caso así, la adicción va a tener un peso importante en su vida, repercutirá en su futuro a nivel económico, laboral y social, e incluso puede esconder problemas de fobia social por los que el individuo tiene dificultades para relacionarse con los demás y lo hace solo con maquinas.
¿Por qué son tan atractivas las tecnologías?
Algunos investigadores explican que el interés es una emoción básica en el ser humano. La tecnología puede proporcionar mucha información y nos estimula de forma continua, por tanto, el interés mezclado con la activación fisiológica es un refuerzo, como por ejemplo sucede con la comunicación humana a través de un chat o cualquier otra actividad.Alguien puede llevar un estilo de vida insano relacionado con las nuevas tecnologías pero no ser consciente de ello.
¿Qué edades son vulnerables al tecnoestrés?
Los niños y las personas jóvenes están más capacitados para aprender mientras que a las personas mayores les va a costar más adaptarse a usarla.La sobrecarga de información y demanda de conocimientos para su utilización es algo que podemos padecer todos en cualquier momento y, sobre todo, si ya estamos estresados.
Elusión del uso de la tecnología. Puede afectar a personas con problemas para aprender con las nuevas tecnologías, como una especie de fobia que puede generar cierta discapacidad laboral y social.
Adicción. Los jóvenes son los más propensos a este problema que es “probablemente el peor de todos”, puede vincularse a otros problemas que no están bien detectados, evaluados y tratados.
“Las máquinas se usan para activarse”, quien expone que los videojuegos responden a la búsqueda de los jóvenes de sustancias de tipo activador mientras que los adultos prefieren las de tipo relajante. Aunque encajan muy bien en los jóvenes y especialmente en los varones, mantener un nivel de activación fisiológica durante muchas horas trae problemas de salud física, mental y de rendimiento.
¿Cómo evitar el tecnoestrés?
Evitar la tecnología de vez en cuando y fomentar la comunicación oral. Comunicarse tras una pantalla nos hace más introvertidos y, con ello, perdemos habilidad para hablar en público.
Realizar un uso concreto de la tecnología y utilizarla sólo para lo necesario. Lo ideal, para las personas con poca destreza, sería aprender a usar sólo aquellas tecnologías que necesiten estrictamente.
Poner, al día, unas restricciones en el tiempo que le dedicamos a los aparatos tecnológicos. Así no caemos en la adicción y podemos gestionar el tiempo teniendo en cuenta las tareas de las que la tecnología nos distrae.
Y tú, ¿qué opinas sobre la tecnología y el estrés?
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