Para empezar, conviene explicar que teñir consiste en dar color pero sin ocultar la veta.
Se puede teñir imitando el color de la madera o bien utilizando otros colores como pueden ser el rojo, verde, azul, amarillo, marrón, blanco o cualquier otro que se nos pueda ocurrir. El empleo de esta técnica tiene sentido cuando la madera tiene veta puesto que, aunque el tinte colorea el mueble, no se trata de una capa opaca sino que deja traslucir la belleza natural de la madera, que es lo que se pretende con este sistema.
Es importante que la madera original sea de color claro, ya que acepta mejor el tinte. La dificultad del procedimiento reside en conseguir una tonalidad uniforme, siendo más complicado cuanto mayor es la superficie a tratar. En este caso es imprescindible partir de una madera bien lijada y al final protegerla con barniz.
Existen en el mercado productos especiales para llevar a cabo este sistema, aunque siempre podemos obtener el tinte añadiendo agua a cualquier pintura acrílica, eso sí, tendremos que ir probando las proporciones de agua y pintura hasta encontrar la deseada.
Veamos algunos ejemplos
Las tres imágenes siguientes muestran muebles teñidos en color madera
Las siguientes fotografías muestran piezas teñidas con distintos colores: blanco, gris, verde y azul
En cuanto al siguiente mueble que luce este aspecto después de renovado
tenemos la suerte de ver como era antes de la renovación. ¡Vaya cambio!
Y por último, mostraros un baúl que renové mediante esta técnica y que os enseñé hace unas semanas. Os pongo una foto tomada durante el proceso. Aquí os dejo el post completo por si os animáis a realizar este tipo de acabado
Vía, vía, vía, vía, vía, vía, vía, vía, vía
Y como siempre, espero que os haya gustado la entrada y desearos
¡¡¡Feliz Fin de Semana!!!