Pero como siempre hay que intentar empezar la semana con la sonrisa puesta, para ir desentonando con el resto, y para mi una de las mejores formas es con un nuevo #dReamingmonday.
Hoy volamos hasta Texas, a descubrir un hotel que se diferencia por lo fresco, lo eclectico, lo diferente y divertido.
The Heywood Hotel , fue distinguido por los Oscar´s de la revista Conde Nast Traveller, por esta situado en uno de los mejores barrios de Norteamerica, siendo un lugar acogedor y encantador.
Bajo el estilo y la influencia del estudio de arquitectura KRDB , se muestra como un espacio donde sentirte como en casa, rodeado de un mobiliario natural, echo a mano, y un entorno que parece absorve el resto de la atmosfera.
Tiene ese punto actual, moderno y fresco, pero tambien, ese carcater masculino, retro y divertido que ciertas piezas le otorgan al entorno.
Rodeados de guiños a las tendencias, podemos pasr de estar en la mas arraigada inglaterra, rodeados de madera y seriedad, a rincones con ese encanto y frescor nordico.
¿Nos lo apuntamos para hacer un viaje?
Estancias agradables, rodeadas en un entorno y barrio idilico.
Conuna frescura tal que hace parecer estar en interiores escandinavos, optan por la mezcla y el brillo de incluir colores frescos en el atrezzo.
Estilos variopintos que se mezzclan, y tonalidades diferentes para un mismo lugar.
En espacios que pasan a ser serios y monotonos, se pueden ver detalles actuales, como ese puff de trapillo (por el que mataria ya mismo) o esos tapizados variopintos que aportan ese toque discordante con la seriedad al mas puro estilo british.
Un espacio que recoge mobiliario como si volvieramos a los hoteles de montaña.
Un lugar donde conviven antes y ahora, y donde el magnifico trabajo del carpintero es mas que un trabajo, es una escultura, y una integracion a las necesidades.
Taburetes de estilo industrial, que se mezclan con espacios y piezas nordicas.
Un lugar acogedor, que nos hara sentir como en casa, y no pensar como en un hotel.
Y como veiamos, donde el paso a la luz se hace latente, descubriendo estancias que se llenan de luz.
Aqui ya no existe la seriedad, aqui solo podemos poner atencion a los colores frescos de cojines, cuadros, y atrezzo.
Y luego encontramos ese punto divertido, donde volvemos a reincorporarnos a un espacio masculino.
Franqueado por piezas ceramicas de perros (eso si actualizados como mi felipa) me recuerda a esos salones de la abuela, con ovillos, lanas, agujas y un buen cafe.
Butacas clasicas, con estampados mas serios, vuelcan nuestra atencion a un espacio monocromo y muy retro.
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By Carolina