Si tu baño ha dicho la última palabra y ha llegado el momento de cambiarlo por completo, tienes ante ti un largo proceso de planificación y obras. Uno de los capítulos clave de la reforma será renovar la ducha. Te contamos los aspectos que no has de pasar por alto si quieres acertar con el cambio.
Tomar una buena ducha es uno de los placeres de la vida. Y hacerlo en un habitáculo moderno y agradable, que funcione a la perfección, no hace sino aumentar las sensaciones agradables de esta actividad matutina para convertirla en la mejor forma de comenzar el día.
Renovar la ducha, ¿dónde colocarla?
Sin embargo, cambiar la ducha de sitio o elegir un tamaño algo mayor son cosas que se pueden cambiar en este punto de la reforma. Optar por poner la ducha en un sitio u otro puede determinar la forma y el tamaño del plato de ducha.
Elegir el plato de ducha
Cuando te decidas por uno u otro modelo de plato de ducha, ten en cuenta la altura del mismo. Habla con el fontanero que va a ocuparse de instalarlo para saber si puedes poner un plato a ras de suelo. Si no puedes, procura que no tenga más de 3 cm de altura para que sea más accesible en caso de que lo utilicen personas mayores.
En cuanto a los materiales, lo último son los platos de carga mineral, un material compuesto de resina y mármol que resulta muy resistente. Es muy versátil, ya que puede hacerse a medida. Y como es antideslizante, también resulta seguro. Elige un plato de carga mineral con acabado gel coat y será, además de resistente, más fácil de limpiar.
Otra opción son los platos de piedra natural, ya sea pizarra, mármol o granito. Aunque son antideslizantes y fáciles de mantener, tienen el inconveniente de que son más caros y menos resistentes a los golpes.
La mejor mampara
Para empezar has de saber que existen mamparas acrílicas y de cristal. Las primeras son más baratas y más seguras, ya que no existe riesgo de que se rompan. Sin embargo, también son menos resistentes que las de cristal y se limpian peor.
Las de cristal, aunque más duraderas y fáciles de limpiar, tienen la desventaja de que pueden romperse. Si te decides por una mampara de vidrio, mejor que sea gruesa (de unos 4 mm como mínimo) y de vidrio templado. En estas últimas los cristales no se caen en caso de rotura.
Un consejo: sea como sea tu mampara de vidrio, opta por una que lleve tratamiento antical. Es como una película que impide que la cal se adhiera a la superficie. Así es más fácil limpiar la mampara. Y si tu mampara no tiene este tratamiento, existen productos que se lo dan.
Distintos sistemas de apertura
Pueden ser puertas correderas (perfectas para baños muy pequeños) o batientes (con apertura hacia fuera). También plegables o con un panel fijo (una solución cómoda y fácil de limpiar).
Estos son los aspectos a tener en cuenta a la hora de renovar la ducha. Ya solo quedaría pendiente la elección de la grifería pero, dada la amplituda del tema, conviene tratarlo en otro artículo.
De todas las que te hemos enseñado, ¿cuál es tu ducha favorita?
Puedes leer la entrada original y completa en de la revista online Decoración 2.0.