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Crear una empresa no es fácil. No vamos a engañarnos. Lo habitual es tener miedos, es incertidumbre. Es preguntarte un montón de cosas, y realizar listas interminables de check list de cosas por hacer.
Arrancar, suele venir de la mano de mucho estudio de mercado, de focos, y de decisiones que tomar, muchas de ellas, como es la imagen que queremos proyectar a nuestros clientes. La experiencia que queremos que vivan con nuestro producto o servicio.
Si bien es cierto que emprender es inversamente proporcional al aprendizaje, sin duda, encontrar la mejor manera de darle imagen a nuestra marca, es gratificante en la primera entrega o proyecto entregado.
Hoy, hablaremos de la forma en la que por ejemplo, nos encontramos cada paquete que llega a nuestra casa de compras online, o a los recibidos con mimo y cuidado en el comercio local.
Hoy en día, en un mercado en el que prácticamente compramos con los ojos y a través de nuestras pantallas, es importante aportar ese plus cercano y cuidado que un envío puede tener cuando llega a nuestra casa.
No me negareis, que es ilusionante cada vez que una agencia pica a nuestra puerta (aun sabiendo que somos nosotros quienes hemos comprado eso) y nos entrega un paquete lleno de personalidad.
Al abrir y encontrarnos un packaging donde por ejemplo, las cintas personalizadas que lo cierran, nos hablan del envío y de su contenido. Nos descubre que más allá de un cierre impersonal, existe un plan de marketing e identidad visual que cuida los detalles.
¿Habíais pensado en lo importante que es hablar de esto en el continente?
Cuidar la forma con la que enviamos un producto denota no solo el mimo y la personalidad, si no, que acercan en cierto modo, la calidez humana a una compra tan fría e impersonal como es aquella que realizamos a través de un dispositivo.
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Pero ¿y si nuestra propuesta es física, y del mercado local? Pues en ese caso igual.
Dependemos del producto, de su embalaje en la entrega, y sin duda, mucho más del trato cercano, del cuidad y del boca a boca que va a recomendar nuestro producto.
Entregar o recibir mercancía en bolsas o paquetes personalizados, o encontrar el espacio donde la venta de cajas de cartón sea lo más adecuado para entregar nuestro producto, forman parte del día a día para mejorar como empresa.
Es importante calzar el número de zapato correcto para el día a día, por lo que igualmente entregar en el soporte adecuado nuestra compra.
Esto puede llegar a sorprender, o a formar parte como no, de la decoración de nuestra casa, pues nos puede aportar ideas y dobles funciones de elementos que en otras ocasiones irían directamente a reciclar.
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Por ello, si tenéis una pequeña shop online, si sois proveedores de tiendas, o si tenéis un negocio local, al igual que en el interiorismo os digo, que el cuidado espacio, sus elementos y la decoración vende, el estilo con el que entregáis y personalizáis os impulsara a crear sensaciones positivas.
Y vosotros…¿Qué acciones de marketing o identidad visual habéis creado para llegar al usuario final?