Fiel a la temática safari, los motivos animales se reparten por todo el espacio, desde una jirafa de tamaño extra-grande en una esquina, pasando por cuadros de cachorros, cabezas de trapo de animales en la pared, hasta una alfombra con estampado de cebra.
Un diván de estilo victoriano con su líneas clásicas y tapizado capitoné, da el toque sofisticado al espacio que se suaviza con la adición de elementos más modernos y bohemios como cojines kilim de diversos motivos, colores y tamaños y una exótica manta de piel falsa. Además, el diván es perfecto para una habitación de bebé no solo por su amplitud, sino por su baja altura que permite subir a toda la familia y es un lugar ideal para contar cuentos, jugar y recibir mimos.
En vez de poner una potente luz en la habitación, se utilizaron luces de ambiente que diseminan una luz cálida en los lugares donde más se necesita. Una iluminación acogedora y relajante que es vital en los primeros años de la infancia.
Cuando la propietaria diseñó la habitación de bebé quería que se transmitiera que se creaba explícitamente para el bebé, pero de una manera que fuera coordinada con la decoración del resto de la casa decorada en tonos neutros y con gran variedad en el uso de texturas. El diván además se pensó que podría ser usado más adelante en otra habitación de la casa.
via Camille Styles
En definitiva, un refugio muy especial para el bebé que invita al juego pero que también es elegante y sofisticado. Un espacio tranquilo, sereno y que además, por estar decorado en colores neutros, sirve tanto para niñas como para niños ¡Nos encanta! Y a ti, ¿te apetece llevar a tu hij@ de Safari?
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