Los antiguos muebles de época encajan a la perfección entre vestidos de faralaes y peluches ¡quién lo diría! Y los detalles decorativos con alma vintage son pura inspiración.
Un dormitorio que une la serena claridad escandinava y la espontánea alegría mediterránea.
Vía
¡Saludos LaMusaManíacos!
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