A partir de los tres años los niños sienten una fuerte atracción por los dibujos y las pinturas. Por este motivo pueden dibujar y hacer borratajos en cualquier sitio que consideren idóneo. Lo mejor es promover su talento innato ofreciéndoles espacios adecuados donde pueden practicar con absoluta libertad.
Una buena idea, si os atrevéis con ella, sería dejar que decore él mismo una de las paredes de su cuarto. Esta solución es ideal si tenéis en mente reformar la habitación infantil a medio plazo de acuerdo con su crecimiento.
En cualquier caso, es muy importante que dispongan de mesa y silla adecuadas a su tamaño para que puedan dibujar, además de realizar otras actividades como juegos de mesa.
Una gran pizarra también ofrece buenos resultados, además de procurar un motivo de decoración a la habitación.
Ya sabemos que también existen revestimientos para paredes que simulan la textura de las pizarras, otra original solución que podéis valorar.
La idea más económica y funcional consiste en facilitar al niño rollos de papel de gran formato, de papel craft o papeles para bocetar, que puedan colgarse de forma sencilla de la pared y sustituirse a voluntad.
Recordad que a los niños les encanta ver sus propios dibujos decorando la casa. Podéis agruparlos y encargar cuadernillos con espiral, para poder irlos sustituyendo, a la manera de los calendarios.