Conservado y restaurado el exterior, entramos en un espacio de estilo moderno. Con estructuras mucho más ligeras, gracias a que los pilares de apoyo sustituyen a los antiguas muros de carga, nos encontramos un espacio diáfano central, formado por el salón y la cocina, alrededor del cual se van distribuyendo el resto de habitaciones. Los materiales y mobiliario utilizados se encargan de hacer el resto. La naturaleza se incorpora en todas las habitaciones gracias a grandes ventanales por los que también entra el sol que ayuda a caldear la vivienda en las épocas de frío. Ésto, junto con el aislamiento que ofrecen los grandes porticones, evita que el consumo de calefacción sea excesivo. Los baños mantienen parte del sabor a campo, gracias a las pilas y la piedra descubierta en alguna de sus paredes. Combinado con materiales actuales y de diseño como en el resto de la vivienda. Una alberca, piscina natural en la que el agua está en constante movimiento que se utiliza como riego para los pastos, permite disfrutar de agradables baños a los habitantes de esta casa.
Pasado y presente se han unido para crear un espacio increíble.
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