Tan poco ortodoxa es la distribución, que la entrada a la vivienda desemboca directamente en la cocina, con el añadido sorpresivo de encontrarte en un espacio totalmente gris. Si, has oído bien, paredes, muebles, techos, complementos … todo en gris antracita (excepto el suelo). Y … ¿sabes lo más increíble? que esta paleta monocromática tiene un je-ne-sais-quoi que te atrapa, resultando acogedor, limpio y elegante. Supongo que no es sólo el color lo que llama mi atención, sino esos muebles de cocina elevados sobre patas como si calzasen unos Louboutin, estilizados para crear un entorno sofisticado a piezas memorables como la mesa y las sillas (en diseños como estos, es donde se nota que los dueños son herederos de una compañía, más que nada por el precio que tienen) o la magnífica lámpara de techo, tan importante y ligera a la vez.
Desde la cocina, además se accede al patio trasero, un espacio de unos 50m² que permite disfrutar del exterior en cenas o momentos de relax. La mesa y las sillas son de firma, aunque me apuesto que el elemento más valorado de este patio es el grill que regala agradables BBQ a los amigos y familia.
Y después de la rotundidad de una paleta oscura, llega la luz más absoluta, acrecentada por una caja totalmente blanca, con pocos muebles pero muy escogidos, al igual que la decoración de las paredes, con obras de arte escasas pero selectas. Incluso los estores son la mínima expresión para no entorpecer la sensación de espacio (que te recuerdo que en metros, podemos estar hablando de un espacio muy parecido a tu salón, pues en esta primera planta también se encuentra un dormitorio y un aseo)
En muebles, han evitado las modas y simplemente han elegido piezas icónicas que rinden homenaje a la historia del diseño, pues muchas de ellas son vintage. Además, nada de muebles altos ni librerías que intoxiquen esa perfecta caja blanca.
En la tercera planta y el ático se concentran la parte más privada de la casa, los dormitorios, que exceptuando contados detalles, siguen la línea blanca del salón, lo cual, junto con la gran cantidad de luz que entra por las ventanas, amplía generosamente el espacio. Algunos muebles, adaptados a las formas del tejado y otros de diseño, junto con las emblemáticas papeleras en cada estancia, son toda la decoración que necesitan. “Gana la calidad sobre la cantidad”, en palabras de los dueños.
Es extraño pensar que personas con tantos recursos han priorizado estar en una casa familiar en pleno centro de la ciudad, sacrificando comodidades como cocina y salón en una misma planta. Seguramente podrían haber adquirido un apartamento de esos que sabemos que existen con más de 200m², sin más escaleras que las que pusieran de Ikea para acceder a los armarios altos. Puede que ideas tan románticas como las que yo deseaba cuando vivía en un piso (escaleras, chimenea y jardín) combinado con una inmejorable situación, han sido decisivas. En cualquier caso, el resultado es espectacular. ¿No estáis de acuerdo??
Source: Nuevo Estilo