Se trata de un apartamento señorial de 270 m² en Barcelona , donde los espacios comunes se suceden unos a otros. Estructura que la interiorista Cristina Rodríguez ha mantenido, aunque ha ampliado los baños y vestidores. Data de los años 40, por lo que sus molduras, zócalos y techos altos le otorgan un cierto refinamiento afrancesado que contrasta con algunos ajustes más radicales y actuales, como pintar todo el suelo de madera en blanco. Sí, lo sé. No es una novedad. Pero es que no deja de sorprenderme. Mientras que todos en algún momento ya hemos pintado alguna puerta o algún mueble antiguo en blanco, creo que muchos no nos atreveríamos con una tarima. ¿Un sacrilegio? Tal vez.
Sin embargo, ese detalle es lo que más me atrae de esta casa. Sin esa caja blanca, impoluta, no destacarían igual de bien las alfombras y muebles. De hecho, donde no ha podido recuperar el suelo de madera (lease … dormitorios, baños, cocina) se ha aplicado un cemento pulido, también en blanco.
En cuanto a decoración, suscribo las palabras que decía Cristina en AD (donde puedes curiosear muchas más fotografías de las que te muestro en este post) …
Lo interesante es la mezcla, porque consigue equilibrio y armonía pero al mismo tiempo efectos inesperados
salón
Combina muebles de diseño como las butacas Kalos de Maxalto (éstas, además, con base giratoria) o el sillón El Santo Fur de Dante con auténticas esculturas útiles como el taburete de Lars Zech (entra en su web, ¡querrás tener todo lo que hace!). La lámpara es el icono-siglo-XX que no puede faltar. En este caso se trata de la lámpara Atelier diseñada por Fortuny en 1907.
Aunque casi no lo aprecias en estas fotos, como mesita de centro, la decoradora ha elegido una de la colección Caldas, de la compañía portuguesa Mambo Unlimited Ideas. Esta empresa realiza mesitas de diferentes formas (redondas, rectangulares .. ) y con diferentes sobres de azulejos cerámicos, a cada cual más sorprendente.
biblioteca
Aquí predomina un ambiente natural pero muy cálido, con cierto toque africano ¿no te parece?. El ratán y las alfombras de piel o pelo, ya estén en suelo o sobre las sillas, se encargan de caldear cada estancia de la casa. Y desde luego, esa cabeza de cebra definitivamente pone el toque oh-sorpresa a la sala (y aunque no sé si el oh-sorpresa es real o no, yo hubiese puesto uno de peluche para dejarlo cristalino – claro, que en ese caso ni sería salvaje ni sofisticado, sólo el apelativo simpático).
zonas de paso
En pasillos y entrada, la mezcla no puede ser más explosiva e inesperada: un aparador chino del XIX con perritos Foo de porcelana, la lámpara Taccia de los Castiglioni (que ya te apuntaba yo entre las imprescindibles en el post de noviembre:-), daybed de líneas puras, mesita y butaca vintage, alfombras de piel y retrato antiguo. ¿Alguien da más?
comedor
En el comedor se encuentra el mueble más sorprendente (objeto de deseo para muchos): la mesa You and Me de RSBarcelona. Es una auténtica mesa de ping-pong, incluso con su espacio para guardar las palas .
Pero lo que verdaderamente impresiona no es que use una mesa de ping-pong para comer. Fascina que ésta haga migas con un larguísimo banco clásico hecho a medida y con las sillas Barnes de Eichholtz – una firma holandesa que fabrica muebles lujosos exclusivos, vamos, del tipo que usaría Kelly Wearstler -. Mezclas absolutamente irreverentes. Todo ello aderezado con un papel que bien podría ser reminiscencia de los que se llevaban en los 70 (mi madre lo tenía parecido) y con una lámpara estilo art déco. La alfombra, aunque he leído que es de la India, parece una réplica de la de Ikea ( bueno, seguramente será al contrario jejeje)
dormitorio
En el dormitorio principal es donde mejor se aprecia el gusto de la decoradora por piezas orientales. Un cuadro japonés junto con unos jarrones son suficientes (y suficientemente grandes) como para que se aprecie esta debilidad. Además, algunos muebles vintage (mesita y butaca) y una alfombra australiana de piel dan sentido al título de este post: casa ecléctica y vintage. En el baño, destaca un altar chino que se ha usado de encimera. Sobre él se ha colocado un precioso lavabo de mármol y un singular espejo de anticuario.
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