Últimamente los post del domingo no los tengo programados. Le estoy cogiendo el gustillo a eso de levantarme por la mañana, buscar entre las casas que tengo guardadas en borradores, retomar la que más me apetece en ese momento y ponerme con ella. No sé a vosotras, pero lo cierto es que no todos los días me apetece ver el mismo tipo de decoración.
A veces estoy más nórdica, otra me apetece decoración rollo moderno y en algunas ocasiones, como es el caso de hoy, un poco de DECO rústica. Confieso que no hace unos años pasé por una etapa en la que me encantaba este estilo, me compraba fielmente la revista "Casas de campo" y estaba como loca por encontrar una casa de piedra en Galicia y poder restaurarla a mi gusto para vivir en ella. Pero las cosas cambian, las personas cambian. Y se me pasó. Ahora ya no busco casona ni me apetece vivir en una aldea (aunque me encante escaparme algunos findes a casa de la abuela con mi nene que es fan total de todo tipo de bicho). Llega una edad en la que te conviertes en ecléctica por obligación y necesidad: entre los muebles de distintos tipos que has ido comprando y las tendencias nuevas que nos enamoran, es para volverse locas...
En fin. Hoy toca una preciosa casa con decoración rústica, pero ese aire nórdico fresco y atemporal que tiene el blanco por todas partes. Con suelo original y una restauración cuidada, está llena de encanto pero con los elementos necesarios para no echar de menos nada. Fan total de esa cocina de leña original (aquí en Galicia las hay en todas las aldeas y es un lujo una tarde otoño con ese calorcito) y del espacio acogedor que han creado en torno a ella.
Buen domingo...
El otoño se acerca peligrosamente y eso se nota... :)
Coralia
Vía
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Fuente: este post proviene de Petite Candela, donde puedes consultar el contenido original.
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